Tenis

Garbiñe Muguruza renuncia a la presión y se retira a los 30 años: "Hasta aquí he llegado"

La tenista española cuelga la raqueta después de un año de reflexión y una carrera de éxitos como Roland Garros, Wimbledon o la Copa de Maestras

Garbiñe Muguruza anuncia su retirada del tenis: "Ha llegado el momento de despedirme"

PI STUDIO

Denís Iglesias

La rueda de prensa de Garbiñe Muguruza era el plato fuerte de los Laureus World Sports Awards que se celebran en Madrid. Después de un año alejada de las pistas, su intervención estaba marcada en rojo. Solo había dos caminos posibles: el regreso a las pistas, complicado, a tenor de sus declaraciones más recientes; y la retirada, algo que finalmente ha anunciado con un "hasta aquí he llegado". La noticia llega 446 días después de que disputara su último partido oficial ante la checa Linda Noskova en el WTA250.

Muguruza, una de las tenistas más talentosas que ha tenido el español, cierra la persiana a los 30 años. Es una decisión muy consciente que ha tomado después de un año de profunda reflexión. Las pistas hace tiempo que no eran una prioridad para una deportista que se despide con un Roland Garros (2016), Wimbledon (2017) o una Copa de Maestras (2021). A esto hay que sumarle el número uno mundial del ranking WTA. Su irrupción fue la renovación del espíritu que desarrollaron con éxito predecesoras como Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez.

"He tomado la decisión poco a poco"

Además de una competitividad extrema en su apogeo, Muguruza ha demostrado tener una personalidad arrolladora. Sus intervenciones nunca dejaron indiferente a un circuito que vio cómo era capaz de derribar, por ejemplo, a las hermanas Williams, quienes cambiaron la historia moderna del tenis femenino. Una modalidad que ha rivalizado de igual a igual con la variante masculina. Garbiñe se despide con el orgullo de haber escrito su propio camino en todo momento, un itinerario que empezó desde que era una niña.

"He tomado la decisión poco a poco. El descanso me hacía sentir mejor y no echaba de menos la disciplina y la dificultad que llevaba antes", expresó en rueda de prensa. Las altas expectativas y la obligación de rendir siempre al límite de las fuerzas son circunstancias que Muguruza ha ido dejando de lado. Su situación es similar a la que viven los grandes nombres del tenis femenino. La otra gran baza española de los últimos años, Paula Badosa, ha manifestado en más de una ocasión lo difícil que es convivir con la presión en estos niveles.

"Era muy difícil mantener una rutina diaria porque me sentía muy mal y además tenía que afrontar lesiones. Cuando afrontas problemas mentales, tu cuerpo tampoco se siente bien. Pasaron los meses y no me sentía mejor y era difícil para mí hacer cosas normales en mi vida", confesaba Badosa, quien acaba de retirarse de Stuttgart entre lágrimas y al borde del abismo en el ranking WTA.

"No se puede normalizar ganar grandes torneos"

Muguruza no ha llegado a este límite. Su retirada parte de un ejercicio de autopercepción que empezó "cuando no tenía ganas de ir a entrenar, de poder competir en Roland Garros e ir a los Grand Slam". El último gran título de Garbiñe llegó en las WTA Finals de 2021, cuando se proclamó como la Maestra del tenis femenino mundial. Fue su gran temporada, después de la que vendría un bajón en el rendimiento que acabó por provocar una ruptura con el deporte que ha practicado desde los tres años.

El último partido jugado por Muguruza es ya para siempre el 6-1, 6-4 ante la checa Linda Noskova en el WTA250 de Lyon el 30 de enero de 2023. “Cuando pienso en esos torneos -Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017- me sale una sonrisa. Se pasan muy rápido y luego, cuando los recuerdas, piensas que tenías que haber disfrutado más de ellos porque estás en shock. Pasan enseguida. Cuando lo consigues, no te queda otra que al día siguiente empezar de cero otra vez”, aseguraba cuando estaba en lo alto.

Esas palabras, incluso en convivencia directa con la gloria, eran los primeros indicios de un agotamiento que se acrecentaría. Muguruza terminó odiando la normalizando de ganar torneos. "Reside un poco en los espectadores y los medios, siempre se espera mucho, pero al final es bueno, hay que tener expectativas, pero hay que saber que a veces no va muy bien", decía una tenista que sabía que no era "la mejor en constancia", pero a la que salvaba su talento.

"Mi plan es dormir, descansar y estar con los míos"

Su mayor enemiga terminó siendo ella misma y las comparaciones con el pasado. "Estoy sufriendo por intentar encontrar el tenis con el que acabé el año pasado, eso me está frenando, el estar constantemente comparándome con cómo acabé el año pasado. Igual tengo que olvidarme un poco y jugar. La presión me está encogiendo a veces", lamentaba en julio de 2022 después de caer a las primeras de cambio en Wimbledon. Cuando redescubrió la vida civil, si es que alguna vez la había conocido como tal, Muguruza no ha querido saber nada más de la alta competición.

"A día de hoy no tengo ninguna intención de volver. Mi plan ahora mismo es dormir, descansar, estar con los míos, recuperar tiempo perdido... No veo más allá de lo que estoy haciendo hoy, mañana y esta semana", afirmaba en noviembre del año pasado en un discurso que era una antesala de lo que ha confirmado este 20 de abril, con un saque directo sin réplica posible. Ahora, el único revés que le preocupará será el de la rutina, donde la moda o la publicidad se han convertido en prioridades frente a los cuadros, los viajes infinitos y la obligación de ser la mejor.