A mediados de este mes de febrero tan sólo se habían realizado en Mallorca 141 analíticas para descartar la presencia del gusano causante de la triquinosis en los cerdos sacrificados en las matanzas particulares, acción sanitaria que es de obligado cumplimiento desde que así lo estableció un decreto publicado en junio del año pasado.
En opinión del presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Balears (COVIB), Ramón García, esta cifra de analíticas realizadas no supondría más de allá de un cinco por ciento del total de matanzas realizadas por particulares en la isla, con todas las reservas para contabilizar una actividad privada de la que no hay un recuento oficial.
Para corroborar estas sospechas, el presidente de los veterinarios incidió en que cuando menos es paradójico que en municipios con gran tradición matancera como Montuïri, Sant Joan o Santa Margalida no se haya registrado ninguna analítica en lo que llevamos de temporada aunque admitió que muchas familias podrían haber llevado el cerdo a un escorxador municipal, centros que sí tienen la obligación de realizar este tipo de pruebas.
De otro lado, García reveló que sólo doce de los 67 ayuntamientos de Balears habían organizado la campaña de matanzas para que los sacrificios particulares del animal para consumo propio cumplan con la obligación de realizar analíticas para descartar que el cerdo tiene triquina y evitar casos de esta enfermedad en el archipiélago.
Estos ayuntamientos "cumplidores" con la normativa son Algaida, Calvià, Ferreries, Son Servera, Alcúdia, Santanyí, Banyalbufar, Formentera, Es Castell, Santa Maria, Inca y Lloret de Vista Alegre. El resto, o bien se han negado a regular esta actividad tan arraigada en el campo mallorquín, o simplemente no se han pronunciado sobre si adoptarán o no las medidas preceptivas. Los ayuntamientos deberían fijar las fechas autorizadas para realizar la matanza así como poner a disposición de los interesados o bien un veterinario del propio consistorio o un listado de profesionales autorizados a hacer la analítica de la triquina.
Hasta mediados de febrero, las matanzas privadas que han realizado esta prueba ascendían tan sólo a 141 repartidas de la siguiente manera: Santanyí (70), Calvià (27), Porreres, (8), Manacor (7), Banyalbufar (6), Campos (4), Palma (4), Llucmajor (3), Algaida (2), Sineu (2), Artà (2) y una única matanza hecha en Alcúdia, Binissalem, Santa Eugenia, Llubí, Capdepera y Felanitx con el análisis preceptivo. Y en todos ellos los resultados fueron negativos.
El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios atribuyó esta circunstancia a "que no hay percepción de riesgo entre la población porque no ha habido casos de triquinosis".
No obstante, el responsable de los veterinarios matizó que los síntomas de la triquinosis son muy similares a los de una gripe –vómitos, diarrea, náuseas y escalofríos abdominales, dolor muscular y fiebre, aunque el proceso se puede complicar con cuadros neurológicos y cardíacos– y que casos de enfermedades entre personas provocados por este gusano presente en el cerdo podrían haber pasado desapercibidos.
Margalida Buades, directora general de Salud Pública, departamento de la conselleria de Salud competente en velar por la seguridad de los alimentos, dijo que habrá que esperar al cierre de la campaña de matanzas –normalmente se desarrolla desde el 1 de noviembre al 31 de marzo– para determinar el grado de incumplimiento de los consistorios baleares y reiteró el argumento del presidente de los veterinarios: no hay una percepción de riesgo entre la población por la triquinosis.
"No obstante, las autoridades europeas han obligado a reinstaurar los análisis de la triquina ya que, con la globalización, nada te permite hoy en día estar seguro de que estás a salvo de esta enfermedad. La introducción de este hábito entre los particulares que hacen la matanza será paulatina, al igual que pasará con los ayuntamientos ", pronosticó Buades.
García dijo que algunos ayuntamientos se han mostrado más preocupados por pactar para garantizar la gobernabilidad del consistorio antes que velar por la salud pública. "Cuando les hemos informado de la obligación de las pruebas han hecho caso omiso", denunció.
