El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, imputado en el caso Gürtel, ha sido uno de los que más se han esforzado durante la convención del PP celebrada en Palma por lograr un protagonismo, lo que consiguió tanto el viernes como ayer en la clausura del cónclave popular. Si en la primera jornada sus esfuerzos para fotografiarse junto a un tenso Mariano Rajoy lograron acaparar la atención, ayer llegó tarde al acto para la firma del manifiesto por la "regeneración", provocando con su entrada el aplauso de los asistentes, convertido en una fuerte ovación por parte de los numerosos participantes del PP valenciano puestos en pie.

Su entrada hizo que Javier Arenas, vicesecretario general de política autonómica, debiera interrumpir su discurso de presentación del manifiesto, que ya había comenzado a pronunciar. Sobre el estrado, sentados en taburetes, se encontraban el líder del partido, Mariano Rajoy; la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el resto de los candidatos, a los que el presidente valenciano y candidato a la reelección saludó sin perder la sonrisa. "Ya estamos todos, ya ha llegado don Francisco", se limitó a comentar Arenas una vez cesaron los aplausos. La firma del imputado Camps en el manifiesto provocó de nuevo la ovación de sus partidarios y la atención mediática.

La rúbrica por parte de los candidatos populares de este documento se había planteado como el principal acto de la jornada de clausura de la Convención del partido. Bajo el título ´Más sociedad, mejor gobierno´ contiene el compromiso hasta el año 2015 de los candidatos y presidentes regionales del PP para "hacer realidad un nuevo impulso reformista" que se concreta en diez principios de gobierno: austeridad, transparencia, regeneración, reformismo, libertad, oportunidades, confianza, diálogo, solidaridad y cohesión.

"Asumimos un compromiso de transparencia y rendición de cuentas permanente. El PP no acepta la corrupción. Luchará contra ella en todos los ámbitos de la vida pública", se afirma en el documento que firmaron los presidentes y candidatos populares tras la lectura del mismo por parte de la la secretaria general del partido.

La regeneración y la necesidad de acabar con la corrupción han sido una constante durante los dos días que ha durado la Convención popular celebrada en Palma, hasta el punto de que los populares introdujeron dos páginas sobre este asunto en el programa marco electoral que no figuraban en el documento entregado hace una semana a la prensa. En estas páginas, el PP propone una reforma del Código Penal que suponga un endurecimiento de las penas por corrupción.

A pesar de ello, el presidente del PP, Mariano Rajoy, no profundizó sobre este asunto en su discurso de clausura. Rajoy solo se refirió a la corrupción, sin mencionar esta palabra, en referencia a los casos que afectan al anterior Govern del PP balear presidido por Jaume Matas y lo hizo para elogiar al actual líder del partido en las islas, José Ramón Bauzá, al considerar que ha conseguido que los populares de Balears dejen atrás este período. Como era previsible, no realizó ninguna mención al caso Gürtel.

Rajoy prefirió centrar su intervención en las próximas elecciones autonómicas, como paso previo a la victoria en las generales de 2012. Para el presidente del partido, las comunidades autónomas deben ser "las locomotoras de la recuperación económica del país", y no unos "vagones", de tal modo que sean ellas las que "empiecen a preparar el camino para que las políticas del Gobierno de la nación sean eficaces" cuando el PP recupere La Moncloa.

Por ello, animó a los populares a trabajar para ganar en las elecciones autonómicas del 22 de mayo, si bien, al igual que Bauzá, pidió a los populares que no caigan en la euforia.