Carlos Masià Martí, el notario barcelonés de Aizoon, insistió ayer ante la sección primera de la Audiencia en que , según le dio a entender Miguel Tejeiro, exasesor legal y tributario del grupo Nóos, la infanta Cristina fue puesta en 2003 como socia de Aizoon para servir de escudo fiscal o ahuyentar a Hacienda. Masià reveló al tribunal que el bufete de Miguel Tejeiro falsificó supuestamente las firmas de Urdangarin en varios certificados de depósitos anuales de cuentas de Aizoon ante el Registro Mercantil.

Masià, que afirmó tener miedo a que se querellen contra él por calumnias o falso testimonio, aseguró que Miguel Tejeiro le pidió que en la constitución de Aizoon figurase en primer lugar como socia la hermana del Rey por delante de su esposo Iñaki Urdangarin, porque al tener un DNI propio de la Familia Real (un número del 10 al 100) era más conveniente de cara a Hacienda. Esta versión contradice lo manifestado por tres de los hermanos Tejeiro (Miguel, Luis y Marco) que han acusado a Masía de mentir por venganza contra Miguel.

"Éramos amigos (Miguel Tejeiro y él), pero nos peleamos porque en 2009 me coló un par de firmas falsas y lo localicé y le dije que no me mandara material contaminado", explicó el testigo. Una de esas firmas imitadas pertenecía a Iñaki Urdangarin, que era cliente de Tejeiro y de la notaría Masía.

"A Cristina de Borbón la conozco de comparecencias en el despacho. No tuve con ella ninguna relación extraprofesional. Cuando compareció ante mí se limitó a firmar sin leer los documentos. Jamás pregunté nada a la Infanta sobre lo que estaba firmando, ellos ya venían informados por parte de Miguel Tejeiro", manifestó el notario a preguntas del fiscal Horrach.

Sobre la constitución de Aizoon, el declarante señaló que Tejeiro, al que definió como abogado de Urdangarin, le comentó que querían usar la antigua sociedad familiar de los duques de Palma (Namasté 97) para que los ingresos del exduque de Palma llegaran a su esposa. Masià añadió que descartó utilizar Namasté porque, además de la Infanta, eran socios los tres hijos de corta edad de los duques de Palma y propuso una nueva empresa (Aizoon).

"Desaconsejé que estuviera la Infanta en Aizoon por sus altas funciones representativas y porque podía sufrir vicisitudes empresariales o de otra índole. Le di a Tejeiro varias alternativas: constituir sociedades gananciales en el matrimonio para que la Infanta no tuviera que aparecer en la sociedad. Le dije llama a Iñaki (Urdangarin) y lo valoramos, pero Miguel Tejeiro no le llamó".

"La función de la Infanta era decorativa y simbólica en Nóos", afirmó el testigo. "En Aizoon el administrador único era Urdangarin. La infanta no participaba lo más mínimo en la empresa. Miguel Tejeiro no quería que apareciera la Infanta en Aizoon para nada", añadió.

El lío de las periciales

"No contacté con Urdangarin para informarle de que le estaban falsificando una firma. No tenía su teléfono y él estaba en Estados Unidos. No lo denuncié porque no hacía falta informar. No sé si era delictivo o no", recordó el testigo.

Masià informó a las magistradas que encargó unos informes periciales sobre la firma falsa de Urdangarin y de otro cliente que le había colado Tejeiro y se ofreció a aportarlo. El abogado de Diego Torre pidió la incorporación de esos informes a la causa, a lo que se opusieron las acusaciones y después el tribunal.