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Caso Minerval

"Escribá me pidió 2.000 euros al mes por sus pastillas para el Alzheimer"

El expolítico Cecili Buele contactó con el catedrático en abril de 2014 para interesarse por la compra del compuesto para su mujer, adquisición que finalmente desestimó por su elevado precio

Una imagen de archivo de Cecili Buele, político nacionalista retirado en la actualidad. Torrelló

Cecili Buele, el expolítico del Partido Socialista de Mallorca (PSM), reveló ayer que a finales de abril de 2014 habló personalmente con el catedrático Pablo Escribá para interesarse en la compra del compuesto que vendía y que, supuestamente, curaba el Alzheimer, enfermedad neurodegenerativa que padecía en esos momentos su mujer. "Me pidió entre 1.500 y 2.000 euros al mes por el tratamiento. Le dije que me lo pensaría y no le volví a llamar porque no podía pagarlo", recuerda.

Buele recibió en abril de 2014 un mensaje de una amiga a través de Messenger en el que le informaba de que tenía un conocido que se dedicaba a producir un medicamento que, al parecer, frenaba el avance de la enfermedad que padecía su esposa.

"Mi mujer padecía esta enfermedad neurodegenerativa y le pedí que me pasara un teléfono donde poder contactar con él. Y me pasó el móvil de Pablo Escribá", explica Buele, que añade que se acordó de este hecho al recibir el pasado martes un whatsapp en el que le informaban de la detención de dos catedráticos de la UIB por presuntamente comercializar de manera ilegal fármacos contra el cáncer y contra el Alzheimer que ni estaban autorizados ni habían demostrado su eficacia.

Episodio de hace 3 años

"Al recibir el whatsapp y leer el nombre del catedrático y que estaba vendiendo un fármaco para curar el Alzheimer, me acordé de este episodio que ya tenía olvidado. Rebusqué en el buzón de mi Messenger y encontré la comunicación de mi amiga, que concretamente se produjo el 27 de abril de 2014 alas 20.54 horas, hace casi tres años", revela.

El mensaje que recibió decía, literalmente, lo siguiente: "El otro día, charlando con un compañero, pensé en ti y en Isabel (la mujer de Buele). El tema es que este compañero es un biólogo de la UIB que hace investigaciones sobre el Alzheimer. Según cómo se encuentre Isabel, tienen un medicamento que para el avance de la enfermedad. Te envío los datos de esta persona, su nombre es Pablo Escribá" y su teléfono es el ... Puedes decirle que llamas de parte mía".

"Y así lo hice, hablé con él", retoma su relato Buele. "Me contó que estaba investigando sobre fármacos para curar el cáncer y el Alzheimer y que estaba obteniendo buenos resultados. Le comenté que mi mujer padecía esta enfermedad y que le llamaba para saber cuánto me podía costar un tratamiento. Creo recordar que me dijo que me costaría entre 1.500 y 2.000 euros al mes. Le dije que me lo iba a pensar y le colgué".

Buele, que en esos tiempos todavía no había tenido que ingresar a su mujer en una residencia geriátrica, hizo cuentas y constató que no podía permitirse un desembolso de esa magnitud.

"Con una pensión de apenas 900 euros no podía afrontar ese gasto. Tenía que pagar el centro de día, los medicamentos que no entran en la Seguridad Social, los paquetes que tampoco entran, el colchón para evitar las escaras (llagas que se les forman a los pacientes que pasan mucho tiempo en cama). Y como no tenía el dinero, lo dejé. No le volví a llamar", acaba Buele el relato del escaso contacto con el catedrático de la UIB sobre el que hoy pesa una acusación de un presunto fraude que alcanzaría los 600.000 euros.

Preguntado sobre si Escribá le dijo dónde tenía que recoger y pagar este tratamiento, Buele todavía recuerda hoy que le dijo que tenía que pasar por la Universitat. "En recuerdo de mi mujer (fallecida en 2016) vale la pena luchar para que otros no caigan en las estafas de estos indeseables que se aprovechan de las desgracias ajenas", concluye Buele.

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