Bauzá inició hace unas semanas, en el VII dinar de matances organizado por las Nuevas Generaciones de Campos en la nave de Son Fuani, escoltado por una ristra de sobrassades, una campaña de imagen en la part forana dirigida a resaltar el compromiso del PP "con nuestras tradiciones, nuestra cultura y nuestra lengua". Ha plasmado el lema en una etiqueta de Twiter: #defensamlonostro#. Miquel Ramis explicó que "lo nostro es lo mallorquín, la payesía, el seny, los valores del campo".

Un poeta, Pedro Salinas, en La voz a ti debida: "Para vivir no quiero/ Islas, palacios, torres./Qué alegría más alta:/ Vivir en los pronombres!".

Alude a los pronombres personales que son los de los seres humanos. Los dirigentes del partido popular, por el contrario, viven en los adjetivos posesivos. Son los adjetivos de los propietarios: meu, teu, seu, nostro€ Son los que sirven para deslindar propiedades. Quienes tenían la exclusiva de su utilización hasta que la Justicia empezó a condenarlos por corruptos eran los nacionalistas de UM, que se presentaban como los epítomes de la mallorquinidad. Acabaron como los epítomes de la iniquidad. Esperemos que la recogida del testigo por parte del PP no les conduzca otra vez a la ciénaga. Populismo y honradez se llevan mal.

´Lo nostro´ es el eslogan defensivo de una sociedad ensimismada y vulnerable, insegura de su propia identidad ante las acometidas de lo que viene de fuera. Pero no es espontáneo. Es un muro lingüístico construido para proteger los intereses del poder. No solamente del poder político, también del financiero; lo sabe cualquier jubilado con libreta de ahorros. Hay, por tanto, una lógica en el uso de ese lema tan reaccionario por parte de un partido de igual condición, de obediencia mallorquina. No cuando es un partido de ámbito estatal encuadrado en el PP Europeo el que hace uso de tal mecanismo de defensa. Una explicación, además de la mallorquinización de un líder como Bauzá, que más parece madrileño que mallorquín, es la presencia en próximas confrontaciones electorales del PI de Font y Melià, pecios populistas del naufragio en pestilentes aguas de las naves nostrades que comandaban Matas y Munar. Y mucho menos cuando se identifica lo nostro con la payesía, el seny, el campo mallorquín. Pues, en efecto, supone implícitamente la atribución a Palma de lo extraño, lo ajeno, lo cosmopolita, lo libre „iba a decir lo judío, como el grito del nacionalismo ucranio en el Maidán, pero me he retenido„. Se identifica el PP con una Mallorca que no existe: el empleo agrícola supone el 1,6% del total de Balears; el PIB agrícola es el 1% del total. Un disparate. Mallorca es un producto del mestizaje y lo mejor que tenemos, por ejemplo, en arquitectura, no es autóctono: ni el gótico, ni el barroco, ni el renacentista, ni el modernismo, ni el racionalismo son autóctonos. Lo mejor de nuestra cultura ha sido fecundado por vientos procedentes de toda Europa. Esta necia y absurda confrontación promovida por casi todos los partidos entre la ciudad y el campo, entre Palma y part forana, en una isla toda ella urbana y volcada en el sector servicios, ha conformado una superestructura política en la cual la ciudad ha quedado siempre postergada y la isla debilitada. Como si la pulsión de poder fuera más intensa en el campo que en la ciudad, como si la ciudad, femenina, hubiera sesteado bajo los sombras de su belleza, dejando el campo libre a la adustez de la masculinidad forana.

Los partidos del régimen, alertan contra el populismo atribuyendo esa condición propia a los que pretenden una democracia más participativa, sin privilegios de casta. Lo nostro no es simplemente una apelación al populismo reaccionario mallorquín, es, fundamentalmente, una mistificación. Bauzá, en Campos, dijo: "Quien no tiene argumentos propios, ni una línea clara marcada, quien no es capaz de ofrecer una alternativa seria y rigurosa, ataca al adversario. Nosotros, por el contrario, sabemos que no nos hemos movido ni un milímetro en este sentido, defendemos lo nuestro con uñas y dientes donde sea y ante quien sea". Falso. Identifica "lo nuestro" con "lo nostro". En el Congreso de los Diputados y ante la plana mayor del PP, en la discusión de las propuestas de rechazo a las prospecciones petrolíferas, todos los diputados baleares del PP votaron en contra.

Puestos a defender lo verdaderamente nostro, y con esta apelación quiero referirme a la defensa de los verdaderos intereses de los baleares y no al constructo reaccionario de los conservadores, sea contra las prospecciones petrolíferas, sea en los descuentos en los billetes de avión, sea en la financiación per cápita con dinero público, sea en la inversión pública del Estado en Balears, mejor sería defender un sistema electoral mayoritario, donde los diputados debieran su acta a los ciudadanos electores y no a las cúpulas residenciadas en Madrid. Así, los diputados votarían de acuerdo con los deseos de los votantes: el poder en manos de los ciudadanos y no de las cúpulas partidarias. Mientras esto no suceda, la defensa de lo nostro por el PP no será sino maniobra de manipulación y engaño. Al cabo, semilla de más nacionalismo.

Como símbolo identitario la ristra de sobrassades es otro disparate. Como se sabe la sobrassada no puede tener denominación de origen, pues el pimentón es importado, así como gran parte de la carne del cerdo, pues la cabaña porcina mallorquina es insuficiente para el total de sobrassada que se produce. Lo nostro está contaminado, es impuro, como todo constructo identitario, destinado a la manipulación de las conciencias.

Nota a una réplica de J.L. Calbarro: con tanta corrección como contumacia, sigue el jefe de UPyD con el raca raca del compromiso de su partido con las listas abiertas. Estoy encantado de discutir opiniones. Ni un sintagma más estoy dispuesto a emplear en discutir hechos como que la tierra es esférica, el día luminoso y la noche oscura. Un hecho son los textos del congreso de UPyD de noviembre pasado y de su programa electoral: "Hasta que el desarrollo de las herramientas informáticas permita la introducción de las listas abiertas, el procedimiento de selección de los diputados seguirá el principio de listas desbloqueadas de modo que el elector tenga la posibilidad de alterar el orden de los candidatos". Exactamente igual que la película Los caballeros las prefieren rubias pero se casan con las morenas. Señor Calbarro, listas cerradas y desbloqueadas, no listas abiertas, es el compromiso cierto de UPyD.