Antoni Verger (Palma, 1974) es vecino de Camp Redó. Siempre ha vivido en Ciutat y se define como de la "Palma mallorquina de barrio y de un estracto social de gente trabajadora". Se mueve por la ciudad caminando o en taxi para ir a trabajar. Es el secretario general del PSM en Palma y actualmente director general de Movilidad del Govern balear. Es el candidato a la alcaldía de la coalición PSM-IV-ExM y cree que conseguirán un tercer concejal en Cort para hacer posible una mayoría progresista en Palma. La coalición se considera heredera del Bloc, que ha quedado escindido.

—Es la primera vez que se presenta a la alcaldía de Palma ¿Qué carencias ha encontrado?

—Hace un año que soy secretario general en Palma de la coalición nacionalista. He recorrido los barrios y he encontrado falta de equipamientos socioculturales, bibliotecas, instalaciones deportivas, escoletas, zonas verdes y mucha gente mayor que vive sola con pensiones mínimas. Hay otras más clamorosas como la falta de agua potable en Establiments. El proyecto previsto en la Platja de Palma era desmesurado. Elementos patrimoniales en la facha marítima con molinos totalmente descuidados en los que la administración debe actuar.

—¿Qué política de Calvo hubiera hecho de modo diferente?

—En el Palacio de Congresos mostramos discrepancias. La ubicación no fue la más idónea con un inversor privado que aportaba 80 millones de euros a la construcción y posterior gestión. Hemos discrepado porque una vez que el inversor privado ha mostrado su desinterés por el proyecto, la administración haya de poner 110 millones de euros públicos. Para hacer escoletes y equipamientos socioculturales no habrá inversión privada. Eso ha sido una huida hacia adelante y votamos en contra. Aquí el binomio PSOE-PP se puso de nuevo de acuerdo.

—El Bloc no se ha vuelto a reeditar. ¿Cree que esa escisión perjudicará a su formación política?

—Pensamos que no nos perjudicará porque creemos que somos herederos del Bloc en el sentido de que la coalición sigue la idea de que la izquierda mallorquina de modo integral y plural debe estar unida y presentar una única oferta electoral con diferentes sensibilidades. Lamentablemente hay partidos que se han mantenido en un esencialismo de conservar su propia marca electoral. Nuestra coalición es más de un 80 por ciento de lo que era el antiguo Bloc con Fina Santiago, David Abril, Miquel Rosselló, que han creído en la unión de la izquierda. Creemos que mejoraremos los resultados del 2007.

—El Bloc ha estado en contra de decisiones que ha tomado el PSOE en Cort en esta legislatura como el Palacio de Congresos y la Vía Conectora. ¿No ha ido cada partido político del pacto por su cuenta?

—Está claro que cada uno tiene sensibilidades y visiones diferentes, que hemos intentado resolver a nivel interno. En algunos casos como la reforma de la Platja de Palma y la Vía Conectora no nos hemos podido poner de acuerdo a nivel interno y hemos explicitado las diferencias porque no hemos podido asumir la decisión que quería tomar el PSOE.

—¿Qué diferencia a su coalición de otros partidos de izquierda?

—Somos una izquierda con diferentes sensibilidades. Los que han quedado fuera son aquellos que han querido mantener su única sensibilidad. Nuestro activo es la pluralidad, el ecologismo, la protección del territorio, los ejes cívicos y la peatonalización. En política una cosa son las propuestas y otra los hechos. En la conselleria de Movilidad hemos defendido la protección del patrimonio y la cultura. Somos coherentes y los hechos acompañan a nuestros discursos.

—Algunas encuestas hablan de que podrían mantener los dos concejales de Cort. ¿Cuáles son sus expectativas?

—Creo que conseguiremos un tercer concejal y avanzaremos socialmente. Eso puede ser clave para tener una mayoría progresista en Palma.

—¿Aspiran reeditar el pacto? —Aspiramos a conformar una mayoría progresista sin que sea necesario el concurso de una fuerza como Unió Mallorquina, que era de centro derecha. Nuestra coalición es un contrapeso necesario para que el PSOE no derive hacia unas actuaciones equivocadas o injustificadas como una autopista para hacer la Vía Conectora o un proyecto de reforma de la Platja de Palma con grandes megaproyectos en ses Fontanelles y bulevares.

—La coalición apuesta por el tranvía y la Vía Conectora como una carretera desdoblada. Mantendrán la apuesta aunque tengan que pactar con el PSOE?

—Son dos cuestiones básicas. El tranvía con financiación estatal y con los fondos estatutarios, que se han de cumplir porque vienen determinados por una ley orgánica. Es una manera de invertir en nuevas tecnologías, en disminuir la emisión de CO2 y efecto invernadero. La Vía Conectora es una cuestión básica. Rechazamos hacer una segunda cincunvalación en forma de autopista. Apostamos por desdoblar la carretera MA30. El PSOE ha optado por una solución que no compartimos.

—¿En una época de crisis económica antes del tranvía no habría otras prioridades?

—Es importante porque es invertir en actividad económica y nuevas tecnologías para salir de la crisis. Antes que estas infraestructuras tenemos otras prioridades como los servicios sociales, las personas mayores, que viven solas y entran dentro de la espiral de la exclusión social, la rehabilitación del patrimonio y potenciar la Palma turística y cultural para poder crear empleo.