­El alcalde de Inca, Rafel Torres, ha ordenado que se tapie la antigua sede de Agricultura y que se establezca vigilancia policial periódica para evitar la frecuente ocupación del edificio.

Se trata de un inmueble de titularidad municipal, situado en la calle Llubí. Hace años estaba ocupado por las oficinas de la delegación comarcal de Agricultura. Cuando ésta se trasladó quedó cerrado. Desde entonces se ha ido degradando y sufre frecuentes ocupaciones.

En diferentes ocasiones la Policía ha tenido que desalojarlo pero para que no vuelva a suceder el alcalde ha ordenado que se tapie "a cal y canto". Torres explica que "lo apropiado sería rehabilitarlo y usarlo para alguno de los servicios municipales pero de momento no hay posibilidad económica".

Torres explica que "se había cerrado y colocado puertas pero en esta ocasión se ha llegado demasiado lejos". Hace unos días la Policía descubrió que las puertas se habían abierto y que se habían colocado nuevos cerrojos además de haberse iniciado una reforma de la casa.

Reforma

Sebastià Gamundí, Coordinador de Servicios Municipales, manifiesta que "se ha comprobado que se estaban pintando las paredes. Para poder entrar tuvimos que escalar un terraplén. No hemos logrado identificar a los ´okupas´ ya que parece que no han vuelto al lugar".

El Ayuntamiento ha tenido problemas con otro edificio. El mismo Teatro Principal ha sido usado recientemente por uno o más individuos para pernoctar. El alcalde reconoce que se han tenido que revisar las entradas para evitarlo. El teatro lleva años cerrado y la falta de vigilancia ha sido aprovechada por algunos individuos para introducirse en su interior a través de la antigua cantina.