El día en que estuve a punto de ser político de Calvià no noté nada especial, la verdad. Ni un cosquilleo ni una pequeña zozobra ni eso que llaman la erótica del poder. No es que me resbalase la importancia que tiene el ser un servidor público. Sucede que todo era un juego, un reto que me había propuesto el candidato de Transparencia por Calvià (TRxC), Antoni Rami. Consistía en evaluarme (de forma ficticia) como uno de los posibles candidatos a formar parte de la lista electoral de esa formación dentro de su campaña ´Seleccionamos concejales´, publicitada con anuncios en prensa. Veamos si yo podría ser uno de ellos.

Los secretos del proceso de selección

Lo primero que hice fue rellenar el modelo que se encuentra en la web trxc.org. No se diferencia mucho de cualquier currículum estándard. Datos personales, fecha de empadronamiento en el municipio, formación académica, idiomas, experiencia vital... Las dudas me entraron cuando llegué al apartado que dice ´Altruismo´. Rami me vio encallado en este punto y entonces me aclaró: "Buscamos gente que tenga un cierto grado de altruismo. Tampoco hay que ser la Madre Teresa de Calcuta, pero sí que haya hecho actividades que demuestren que tenga conexión con otras personas". Seguí encallado. No se me ocurría nada. "A ver, ¿has sido alguna vez presidente de la comunidad de propietarios?", me preguntó. "No, no tengo casa", respondí. "¿Colaboras en alguna parroquia?", volvió a inquirir. "No", volví a responder. "¿En alguna asociación de padres de alumnos?" "No". "¿En algún club deportivo?" "No".... Visto que mi altruismo estaba bajo mínimos, decidimos que era mejor que dejase el apartado en blanco.

La hora de la verdad

Cada currículum que llega a TRxC lo evalúan por separado cinco personas. En mi caso, la evaluación la hizo sólo Rami. Por llevar más de 20 años viviendo en Calvià, recibí seis puntos (el máximo en cada apartado). Por ser licenciado universitario, cinco puntos, más uno por tener un buen conocimiento de tres idiomas. Para valorar la experiencia profesional, Rami dijo que tenían en cuenta de qué manera esos trabajos desempeñados podían tener utilidad en una futura relación político-ciudadano. Me dio cuatro puntos. La cosa iba bien. Pero empecé a flaquear cuando valoró mi (nulo) altruismo y mi (pobre) experiencia vital. Tras aplicar un sistema de coeficientes, mi resultado fue un 3,89. "Y eso ¿es mucho o es poco?", le pregunté. "Bueno", me contestó, "has quedado en el número 29 de las evaluaciones. Ahora tu currículum lo deberían de ver los otros cuatro evaluadores. Si te dan mejores puntuaciones, en el mejor de los casos, podrías ir el sexto o séptimo de la lista, aunque también tendrías que hacer una entrevista personal". Eso ya se lo dejo a las cerca de 140 personas que han presentado sus currículums. Antes de mediados de abril, se sabrá quiénes son los elegidos.

Las ´ruetes´ llenan de color Calvià

Cocineros, camareros y maitres de pequeñas dimensiones causaron ayer un gran revuelo en el colegio Jaume I de Palmanova, porque el mundo de la alimentación fue el tema principal de la ´rueta´ organizada por el centro. Alumnos, profesores y familias disfrutaron con la animación de los payasos y la actuación de un ´disc jockey´.