La primera unidad del esperado convoy llegó ayer al puerto de Palma, compuesta por tres de los seis coches que Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) ha encargado a la empresa valenciana Vossloh y que darán servicio a la nueva línea ferroviaria entre Manacor y Artà. Las unidades fueron transportadas ya por la tarde a los talleres centrales de la compañía en Son Rullan. Cada unidad del tram-tren (compuesta por motor-remolque-motor) tiene una longitud de 37 metros y alcanzarán una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora. Su coste total es de 24,5 millones de euros.