Un informe de la dirección general de Emergencias del Govern elaborado a partir de una solicitud del ayuntamiento de Inca para conocer la viabilidad de la construcción del tercer polígono de la ciudad ha puesto al descubierto el peligro de que una posible explosión de gas en la planta de propano que Gesa-Endesa gestiona en la zona de ses Carritxeres desde el pasado año 2007 pueda afectar de lleno al hospital comarcal de Inca, además de un sector residencial de la ciudad, el corredor ferroviario, el campo de fútbol del Constància, una gasolinera y un tramo de la autopista Palma-sa Pobla.

El dictamen, firmado el 22 de febrero por el director general de Emergencias, Jaime Coll, y recibido por el Ayuntamiento el pasado 3 de marzo, informa de que, según el plan de autoprotección elaborado por la propia planta de Gesa-Endesa, alrededor de la instalación se extiende un amplio radio circular de 466 metros de diámetro calificada como "zona de alerta" ante una eventual deflagración de uno de los camiones cisterna que transportan el gas propano hasta la planta. El edificio hospitalario y el resto de las citadas infraestructuras están situados en el interior de este radio de acción.

Actividades prohibidas

En el ámbito de esta zona de alerta "no pueden autorizarse usos ni otorgar autorizaciones o licencias que incrementen los riesgos para las personas, evitando especialmente las zonas afectadas en la zona de intervención", es decir, el radio de 351 metros alrededor de la planta que resultaría más afectado por una posible explosión y en el que está situado medio hospital. El tercer polígono de Inca también sería inviable en los terrenos previstos, ya que están ubicados en el interior de las dos zonas de peligro potencial.

En este sentido, llama la atención el hecho de que se autorizase la construcción de una planta de gas propano en unos terrenos próximos al casco urbano de Inca y a escasos 300 metros de un hospital en vías de construcción, cuando desde la propia instalación de Gesa-Endesa se elaboró en el año 2007 un plan de autoprotección que imposibilita cualquier actividad en los citados radios de acción para evitar peligros sobre las personas.

El ayuntamiento de Inca se desmarcó ayer de la autorización de la planta de gas propano, alegando que el Consell fue la institución encargada de otorgar la licencia en septiembre de 2006 al ser competente sobre las actividades clasificadas y que el Govern es la institución que aprobó el plan de emergencias. "El Consistorio únicamente se limitó a permitir el uso", según las fuentes municipales. "El informe de actividades del hospital está fechado en diciembre de 2003 (tres años antes del otorgamiento de la licencia de la planta de propano), por lo que no se podía permitir la instalación de gas", añadieron las fuentes.

El Ayuntamiento afirma que la situación jurídica de este caso "es muy complicada" y que está siendo analizada. Por su parte, el alcalde Rafel Torres (PP) habló hace unos días sobre esta cuestión con el director general de Emergencias, quien le expresó su "preocupación" por la situación y le anunció una posible "matización" del referido informe elaborado por su departamento. El primer edil afirmó ayer que la planta carece de final de obra por deficiencias en el proyecto y añadió que el Ayuntamiento "no tiene ninguna responsabilidad directa en este tema y no asumirá la responsabilidad de las otras instituciones".