El ayuntamiento de Inca tiene intención de reclamar a la compañía eléctrica Endesa la revisión del plan de autoprotección de la central de gas propano que gestiona en la ciudad para que minimice el peligro potencial de una posible deflagración mediante la sustitución de los camiones de 20 toneladas que realizan el suministro en la actualidad por otros vehículos de menor capacidad. Esta medida, según el Consistorio inquer, reduciría de forma considerable el radio de afectación de una eventual explosión de gas, ya que en la actualidad, según el plan elaborado por la propia compañía eléctrica, el hospital comarcal, un sector de viviendas residenciales y otras infraestructuras están incluidas en la zona de alerta.

En el caso de que Endesa no acceda a la petición municipal, que tiene el apoyo de la dirección general de Emergencias, según fuentes del Ayuntamiento, la institución local, ante la "complejidad jurídica" que presenta el caso, revisaría la licencia de actividades de la planta para que cumpla la normativa, lo que podría desembocar en la anulación del permiso y el cierre de la instalación.

Según el Consistorio, al solicitar la licencia de actividades al municipio, que se le concedió con el visto bueno del Consell, Endesa "no definió el sistema de suministro de la futura central ni el tipo de camiones que utilizaría", lo que sí especificó posteriormente cuando presentó el plan de autoprotección al Govern, con las licencias ya conseguidas.

De hecho, el alcalde Rafel Torres (PP) firmó ayer mismo una carta dirigida a la dirección general de Emergencias, autora del informe que disparó la alarma, mediante la que solicita una "aclaración sobre la posible limitación de usos" que afectaría al desarrollo del tercer polígono, cuyos terrenos están incluidos en la zona de intervención ante una posible explosión. "Entendemos que esta condición supone un shock traumático, no sólo para los intereses del sector uno de suelo urbanizable (tercer polígono), sino también en relación a otras construcciones ya consolidadas como el hospital de Inca, zonas deportivas y viviendas".

El conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, que ayer visitó el hospital, anunció que ha solicitado a la conselleria de Comercio, Industria y Energía toda la documentación relacionada con este caso y reclamó que se lleven a cabo todas las medidas correctoras necesarias para reducir el peligro de una posible explosión de gas junto al hospital, si bien añadió que esta posibilidad es muy remota y que la planta de gas propano de Endesa es "provisional" y el problema "solucionable".

Por otra parte, el director general de Emergencias, Jaime Coll, mantuvo ayer una reunión con responsables de la empresa Endesa para encontrar posibles soluciones, aunque el contenido de la charla no trascendió y el alto cargo del Govern prefirió no hacer declaraciones a la espera de un pronunciamiento de los técnicos sobre los pasos a seguir. En este sentido, fuentes de la conselleria de Interior señalaron que corresponde a Endesa la búsqueda de una solución que minimice los riesgos de una posible deflagración en la planta de gas y que pasaría por una revisión del plan de autoprotección que elaboró la empresa en su día.

Fuentes de Endesa reiteraron ayer que la planta de gas tiene toda la documentación en regla y aseguraron que existe una coordinación con las administraciones implicadas con el fin de encontrar una solución legal. "Se hará lo que se tenga que hacer, en coordinación con las instituciones", apuntaron las fuentes.