La jornada de ayer supuso la puesta de largo en materia electoral de la generación nacida a comienzos de los años 90. Un colectivo que algunos quieren etiquetar como la hornada de ´ni-nis´, y que otros saludan efusivamente como los recuperadores del espíritu de mayo del 68. Quizás a medio camino entre estos y muchos otros tópicos, ayer se estrenaron ante las urnas aquellos que vivieron la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona entre los primeros sollozos y biberones.

Llorenç Perelló cumplió los 18 el pasado mes de enero y es plenamente consciente de que los próximos cuatro años se dedicará a la política. Es el número cuatro de la lista del PP en Alaró y evidentemente ha vivido su primera campaña metido de lleno en la organización. "Sabía cómo funcionaba el tema de votar porque había acompañado siempre a mis padres, pero sí que ha sido especial mi primer voto", afirma el joven. Dice que la campaña ha sido dura porque ha coincido con exámenes y reconoce que a la hora de votar "tenía muy clara la papeleta blanca, pero para el Consell y el Govern he dudado".

A pocos metros de Llorenç está Àngela Vallès, también de 18 años, y que ocupa el número siete en la lista local de Esquerra d´Alaró. Reconoce que en su decisión ha influido que su madre se presentara de número cuatro, pero asegura que le ha gustado mucho y que quiere seguir implicada. Sobre los movimientos del 15M, dice que lo ha seguido con mucho interés, y sobre la desconexión entre jóvenes y política, afirma que no lo ha notado, porque la mayoría de sus amigas estaban ilusionadas por votar por primera vez.

Sebastià Cladera alcanzó la mayoría de edad el 30 de octubre y ayer tenía muy claro que le ilusionaba estrenarse ante las urnas. Llegó al colegio electoral de Son Tugores acompañado de sus padres, Guillem y Bel. Sebastià dice que se ha leído los programas electorales para elegir los partidos del Consell y el Parlament, "pero para el alcalde no, porque se vota a la persona". Tiene claro que repetirá "aunque sea para votar en blanco" y que por la noche estará atento a los resultados para saber quiénes serán los vencedores.

Amador Calafat y Maria Antònia Sampol también se acercaron por primera vez a las urnas de Alaró a media mañana. Ella asegura que no tenía ni idea de cómo funcionaba esto del voto, pero que se presentó al colegio confiada en que alguien se lo explicaría. Amador reconoce que la sensación que tuvo cuando estaba solo frente a las urnas es que "pareces importante, allí con todo el mundo que te mira". Los dos dicen que llevaban los sobres preparados de casa. En cuanto a la relación entre jóvenes y política, ambos dicen que, quizás porque era la primera vez, la mayoría de sus amistades quería votar: "Nadie pasa olímpicamente", dice Sampol.

Judith Reolid es muy clara cuando se le pregunta por su primera experiencia en elecciones: "No tenía muchas ganas, pero hablé con la familia y me hicieron ver que tenía que votar". Afirma que todos los programas son muy parecidos y que por lo que ha hablado con sus amigas todas piensan lo mismo, o sea que optan entre no votar o votar siguiendo el consejo de sus padres.

Judith dice que tenía los sobres preparados hace una semana y que le ha gustado la experiencia "aunque al principio me he equivocado de mesa". Ella recuerda con una sonrisa cuando sus abuelos iban a votar: "Mi abuela me enseñaba una esquina de la papeleta, pero me decía que era un secreto y que no lo contara a nadie. Y yo pensaba que debía ser algo muy importante". Asegura que ayer votó una cosa, pero igual el año que viene vota lo contrario, "todo puede cambiar".