­El PP de Bunyola logró ayer conservar los seis concejales que ha tenido esta legislatura en una noche electoral marcada también por la irrupción de la coalición Esquerra Oberta de Bunyola (EOB), que consigue tres concejales, y el aumento de la representación de la Asociación Vecinal Independiente (AVI), que consigue dos representantes. El PSOE, en cambio, sufrió la pérdida de un concejal y se quedó con dos.

Estos resultados, que no dan la mayoría absoluta –se requieren siete concejales– a ningún partido, convierten a los dos regidores de AVI en pieza clave de cualquier posible pacto de gobierno. Por una parte, podría reeditarse el pacto PP-AVI, que ha gobernado esta legislatura, con Jaume Isern (PP) como alcalde. AVI también podría optar por dar la mayoría a un pacto EOB-PSOE, dejando al PP en solitario en la oposición. Durante la campaña, su cabeza de lista, Ildefonso Blázquez, ha incidido en el hecho de que su formación apoyaría a los partidos que mejor se adaptasen a la defensa de los intereses de todos los núcleos de población del municipio.

La jornada electoral en Bunyola transcurrió con toda normalidad y con una gran afluencia de electores en las primeras horas de la mañana. La participación a las 18 horas llegaba al 58 por ciento.

En estos comicios, las posibilidades de elección en el municipio se han reducido, pasando de siete candidaturas en 2007 a cuatro: PP, PSOE, la Asociación Vecinal Independiente (AVI) y la nueva coalición Esquerra Oberta de Bunyola (EOB), que agrupa a todos los partidos progresistas y nacionalistas (Esquerra Republicana, Entesa per Mallorca, Esquerra Unida, PSM e IniciativaVerds), además de personas vinculadas a Independents per Bunyola, agrupación de electores que en esta ocasión no se ha presentado. EOB, encabezada por Andreu Bujosa, que en esta legislatura ha sido concejal de Esquerra Republicana, celebró los resultados que la convierten en segunda fuerza del municipio.

Como curiosidades de la jornada quedan la equivocación de un elector, que votó en la mesa equivocada o la votación de Maria Quetglas, Quenca, la abuela de Bunyola, que a sus 102 años ejerció su derecho al voto.

Los aires de indignación también llegaron a Bunyola con votos nulos con mensajes impresos como ´Voto nulo en señal de protesta´ o ´Estoy indignado con todos los políticos´, que se contabilizaron en varias mesas.