­Las calles del barrio alaroner de Los Damunt fueron el escenario, ayer por la tarde, de los actos de celebración del mes de María que organiza la parroquia y el colectivo de cossiers.

La jornada religiosa se ha visto enriquecida desde 1993 con la participación de los cossiers, que han dado un carácter distinto a la fiesta. Con anterioridad, sólo se celebraba una eucaristía en honor a la Mare de Déu en la plaza de Cabrit i Bassa, pero desde la existencia del grupo de baile local se han incorporado actividades infantiles, pasacalles y una torrada popular.

Ayer las actividades comenzaron pasadas las cuatro de la tarde, cuando dieron inicio los juegos y talleres infantiles en la plaza dels Horts. Una hora más tarde, mientras los participantes descansaban y disfrutaban de un refresco, llegaron a Los Damunt los gigantes que dan nombre a la principal plaza del barrio, Cabrit i Bassa.

Concentración

Todos se congregaron a las 18,30 horas en la calle de Son Borrás para vivir la primera aparición del año de los seis cossiers, la dama y el demonio.

Tras el baile inaugural en esa calle, se dirigieron a la Clastra de Sa Bastida, donde siempre se celebra el segundo baile de la tarde. La ruta prosiguió por las calles Tià Roig, Son Muntaner, Son Ros, Can Cresta y otra vez de vuelta a la plaza dels Horts.

A las ocho comenzó el oficio religioso en honor a la Virgen María con la participación de los cossiers, que bailaron la tradicional danza de l´Oferta. Antes se celebró la ofrenda floral a la Madre de Déu organizada por la asociación l´Orengar.

Al terminar la misa, los cossiers volvieron a tener todo el protagonismo en la plaza de Cabrit i Bassa, con la organización de la torrada y la ambientación musical de xeremies, flauta y tambor. Sin embargo, este año tuvieron que compartir espacio con el mundo del fútbol, puesto que hasta las once de la noche muchos de los presentes estuvieron pendientes de las evoluciones de los dos contendientes en la final de la Champions League.