­Decenas de residentes de Sóller y Fornalutx se han quedado sin la subvención del Govern que sufraga los peajes del túnel por haber sido rechazada por silencio administrativo. El ayuntamiento de Sóller cifra las solicitudes rechazadas en más de un centenar. A ello hay que añadirle que más de 6.000 conductores del valle llevan ocho meses sin cobrar la ayuda que otorga el Govern.

Según explicaron fuentes de la administración local, desde enero hasta esta semana han sido cursadas más de un centenar de solicitudes de vecinos que quieren acogerse a la subvención que desde el año 2003 otorga el Govern balear equivalente al gasto mensual realizado en el peaje del túnel de Sóller.

Estas solicitudes han sido rechazadas por la vía del silencio administrativo, apuntaron desde el ayuntamiento, ya que "transcurridos dos meses desde la solicitud sin que haya habido respuesta se entiende que la petición ha sido desestimada". Esta situación ha indignado a muchos conductores del municipio y a los propios afectados ya que no existe razón aparente para la denegación. En este sentido, desde el ayuntamiento de Sóller han apuntado que el motivo esgrimido desde el Govern es la falta de partida presupuestaria para hacer frente al pago de la ayuda para el ejercicio de 2011.

Ocho meses sin pagar

Al margen de la denegación de las nuevas altas, el Govern arrastra ocho meses sin pagar la subvención a los conductores que sí la tienen concedida. Éstos suman más de 6.000 residentes de los municipios de Sóller y Fornalutx. Anualmente, el pago de esta ayuda equivale a un gasto de un millón y medio de euros.

Algunos conductores se han dirigido por escrito al Govern para solicitar el cobro de la ayuda y, tal y como ha apuntado el ayuntamiento, en su respuesta la administración autonómica afirma no poderlo hacer por falta de partida consignada en su presupuesto.

La subvención para el peaje del túnel de Sóller fue creada a finales de 2002 y se puso en marcha el 1 de enero de 2003. Desde entonces, más de 6.000 residentes se habían acogido a ella y de forma periódica percibían en su cuenta corriente el gasto realizado en peajes correspondiente al mes anterior. Ello era posible gracias al cruce de datos entre la concesionaria y el Ejecutivo autonómico.