­El ayuntamiento de Santa Margalida celebró anteayer el primer pleno extraordinario de la legislatura, una sesión no exenta de reproches políticos entre el nuevo equipo de gobierno de Suma pel Canvi (PSOE-Independents) y Convergència y la oposición integrada por PP y CPU.

Una vez hecho público el nuevo organigrama del gobierno local, el portavoz del PP y exalcalde Martí Torres afirmó que el municipio será gobernado "por tres alcaldes, uno institucional y de procesiones (en referencia a Miquel Cifre), otro que trabajará (Antoni Reus, segundo teniente de alcalde de Urbanismo y Medio Ambiente) y un tercero que será el verdadero alcalde de Santa Margalida", en alusión a Joan Monjo, que ejercerá de segundo teniente de alcalde de Infraestructuras, Obras y Servicios y asumirá las delegaciones de Can Picafort y Son Serra. "Así lo habéis querido con esta distribución de áreas", apuntó Torres.

El portavoz de Convergència negó que vaya a ser el alcalde en la sombra y reprochó al del PP su "obsesión" con él. "Eso sí, gracias a mí, tú no serás el alcalde y estoy contento por ello", añadió Monjo. Por su parte, el alcalde Miquel Cifre señaló que "este equipo de gobierno no tiene que ir a Can Picafort a recibir órdenes como hacía el PP, y esto es una diferencia muy importante" y se reafirmó en su discurso de investidura, cuando alertó de la presencia de "aves carroñeras" que pretenden "destrozar el territorio". "Aquí me encontrarán", avisó.

Antoni Reus recordó que los partidos del nuevo equipo de gobierno "representan al 52% del electorado" y, ante las críticas del PP por haber pactado con Convergència, afirmó que "las asambleas de Independents y PSOE aprobaron este acuerdo".

Retribuciones

El pleno aprobó, con el voto en contra de PP y CPU, las retribuciones y dedicaciones de los ediles. El pacto ha eliminado la dedicación exclusiva del alcalde con respecto a la pasada legislatura, por lo que se pasa de cinco a cuatro exclusividades. Dos de los regidores con dedicación exclusiva, Antoni Reus y Beatriu Gamundí, percibirán 31.400 euros anuales, mientras que los otros dos, Joan Monjo y Miquela Pomar, cobrarán 38.760 euros. Además, el pacto mantiene una dedicación parcial del pasado mandato, con un sueldo de 19.000 euros. El resto de ediles, al igual que el alcalde, cobrarán dietas por asistencia al pleno y a las distintas comisiones. En total, el ahorro ascenderá a 22.000 euros, según Antoni Reus.

El portavoz del PP criticó las nuevas retribuciones, que a su entender no se corresponden con los compromisos previos a las elecciones ni con las críticas lanzadas desde la oposición por los mismos partidos que ahora gobiernan. "El ahorro es de sólo 11.700 euros en toda la legislatura", recriminó.

Asimismo, el nuevo equipo de gobierno ha decidido eliminar ocho de los nueve cargos de confianza contratados por PP y CPU durante los últimos cuatro años, una medida que pretende ahorrar 146.000 euros. En este punto, Torres (PP) apuntó que el pacto "necesitará personal" para que realice el trabajo que desarrollaban estos cargos ahora eliminados. Reus replicó que para ello se ha convocado un bolsín de trabajo para contratar a "jóvenes sin carnet de partido".

Por otra parte, el equipo de gobierno anunció que la concesión de licencias menores se agilizará "entre una semana y diez días" porque se concederán por decreto y no en la junta de gobierno.