El concesionario de la explotación de la playa de Can Picafort, Bernat Riutort, aseguró ayer a este diario que hoy por la mañana ya habrá retirado las sombrillas y las hamacas colocadas de forma ilegal para cumplir el decreto de alcaldía que le obligaba a recuperar la legalidad en el plazo de 24 horas, después de que un informe municipal constatase el pasado lunes que la cantidad de mobiliario instalado en la playa casi duplica al permitido.

Sin embargo, Riutort insinuó que el número máximo de sombrillas y hamacas que puede explotar en la playa de Can Picafort no coincide con el estipulado por el Ayuntamiento y añadió que se basará en el "plano de Costas" para contabilizar la cifra de elementos que deberá retirar para ajustarse a la legalidad. "En realidad, no hay tantas (sombrillas y hamacas sobrantes) como dice el Ayuntamiento", apuntó. "No sé qué dirán los hoteleros de esto, la gente deberá sentarse sobre la arena", añadió para criticar la orden municipal. Su intención era la de empezar la retirada del equipamiento sobrante ayer por la noche.

Inspección de la policía

La Policía Local de Santa Margalida tiene previsto inspeccionar la playa hoy a primera hora de la mañana para comprobar si el concesionario ha cumplido con el decreto del alcalde, que otorgaba un plazo de 24 horas para su ejecución. El límite para cumplir la orden de alcaldía, en principio, finalizaba ayer, aunque el incendio que se declaró el miércoles en Santa Margalida motivó que la comunicación del decreto al concesionario se retrasase un día, por lo que finalmente el plazo para cumplirlo finaliza hoy.

El alcalde Miquel Cifre (PSOE) reiteró ayer que será "implacable" con el cumplimiento de la legalidad en la playa de Can Picafort y añadió que, en caso de un incumplimiento de la orden municipal, el Ayuntamiento pondrá en marcha el expediente administrativo necesario para proceder a la retirada del mobiliario sobrante y aplicará el régimen sancionador establecido.

Cifre aseguró que, tras haber hablado con el delegado de Costas, tiene la autorización de este organismo para recuperar la legalidad en la playa. "El Ayuntamiento tiene claro cual es su trabajo: terminar con el abuso que desde hace años impera en Can Picafort y las ramificaciones que se esconden detrás; la playa es de todos y deben primar los ciudadanos".