El GOB presentó la pasada semana alegaciones a las revisadas normas subsidiarias (NNSS) del municipio de Santanyí, aprobadas de forma inicial por el PP en solitario el pasado mes de marzo. DIARIO de MALLORCA adelantó en su edición de ayer el temor de vecinos y la formación Esquerra ante importantes propuestas urbanísticas como la posible construcción de viviendas y piscinas en una zona de extenso pinar en privilegiado litoral de Cala Figuera, o la controvertida circunvalación muy pegada al casco urbano de s´Alqueria Blanca. Las alegaciones del GOB reclaman "retroceder" en las iniciativas de nuevos polígonos industriales, variantes y edifición de la costa.

Según los ecologistas, respecto a Cala Figuera-Caló den Boira las normas "proponen edificar unos terrenos en una densa masa de pinar con indudables valores naturales y paisajísticos propios de una zona de barranco y con fuertes pendientes". "Además, este suelo no dispone de los servicios urbanísticos básicos para que pueda ser considerado suelo urbano y requeriría el desarrollo de un plan especial de protección".

Daño arqueológico

En cuanto a Cala d´Or, el GOB reprocha que "se propone la creación de dos polígonos industriales y de servicios habiendo suelo urbano que puede asumir las actividades que se sugieren ahí". "Estos, además, inducen al crecimiento urbano más allá de la variante y afectan la zona arqueológica de ses Roquisses que tiene actualmente incoado un expediente de Bien de Interés Cultural".

Finalmente, en alusión a la variante, los ecologistas sostienen que "el cierre de la variante-ronda oriental no se corresponde a previsiones del Plan Director Sectorial de Carreteras ni se ajusta a la delimitación del Área de Transición de Crecimiento (ATC) que establece el Plan Territorial de Mallorca; esta circunvalación favorece la expansión del núcleo urbano de una manera desproporcionada".