El pleno del ayuntamiento de Sóller, reunido en sesión extraordinaria, aprobó el pasado viernes dos ordenanzas. Dichas normativas afectan a la producción de ruido por parte de empresas y de particulares, y a la gestión del cementerio. Ambas se redactaron durante la pasada legislatura.
En el transcurso del pleno la corporación dio vía libre a algunas alegaciones que se presentaron en los dos textos legales durante el período de exposición pública.
La ordenanza de ruidos divide el día en tres franjas horarias diferentes. Éstas comprenden de 7 a 19 horas; de 19 a 23 horas y de 23 a 7 horas. En cada una de ellas el ruido máximo permitido es diferente.
También varía la intensidad de ruido autorizado en función de la época del año. Distingue entre verano e invierno. El techo máximo del ruido es inferior en verano que durante los meses calificados de época invernal.
Aparte de los ruidos que provienen del sector de la construcción, la norma establece el techo máximo de los ruidos efectuados en casa y los que provienen de terrazas y espacios exteriores ligados a una actividad. La regulación va acompañada de un régimen de sanciones.
Limitaciones acústicas
En cuanto a la construcción, la norma no establece unos períodos durante los cuales algunas máquinas deben dejar de funcionar. La maquinaria de la construcción podrá trabajar durante todo el año. No obstante, deberá cumplir una serie de limitaciones acústicas y, quien se sienta perjudicado, podrá acudir al ayuntamiento para hacer que cese una actividad si demuestra que resulta demasiado molesta.
Por otro lado, la ordenanza del cementerio es fruto de una sentencia firme que obliga a desvincular la gestión de cementerio de la Funeraria Municipal de Sóller (FMS), que hasta ayer tenía asumido entre sus funciones el cuidado del camposanto.
Así, el cementerio municipal pasa a tener una actividad totalmente independiente de la que pueda llevar a cabo en el futuro la empresa municipal. La sentencia establecía que el servicio de cementerio es competencia exclusiva del ayuntamiento y no de ninguna empresa, aunque sea pública.
