­El ayuntamiento de Santa Margalida ha procedido a redactar una reforma circulatoria que afecta a algunas calles del centro histórico del pueblo. La modificación más destacada es que la plaza, que fue peatonalizada por el anterior equipo de Gobierno (PP y CPU), volverá a permitir el paso de coches por uno de sus laterales, la calle Joan Monjo March.

La ordenación del tráfico local es una de las atribuciones directas del alcalde. No obstante, Miquel Cifre, actual primer edil de Santa Margalida, ha considerado oportuno someter su proyecto a exposición pública. Cifre sostiene que "lo que interesa es que los vecinos puedan alegar, si lo creen oportuno, y entre todos mejorar la idea".

La reapertura de la calle Joan Monjo March se justifica por parte del consistorio en base a que "la alternativa para los coches era la calle Major, un vial muy estrecho que estaba dando ya problemas", explica Cifre.

Sin embargo, Martí Torres, portavoz del PP, considera que "la medida es un retroceso en la calidad de vida". El político considera que "en todas las poblaciones se está buscando dar prioridad al peatón frente al coche, por lo que se refiere al casco antiguo, y resulta que el gobierno progresista de la Vila hace todo lo contrario". Cifre replica que "lo que se ha buscado es dar una solución coherente y respetuosa a las necesidades de los vecinos".

En la propuesta hay varias calles que modifican su actual sentido de circulación. Estas son las de s´Hostal, Constitució, s´Escola, Doctor Calafat y d´en Cladera.

La nueva zona de juegos infantiles de la plaza se protegerá con unas verjas metálicas para impedir posibles accidentes.