Consell aprobó recientemente una normativa que prohibe espectáculos y fiestas con animales. El Ayuntamiento ha decidido dar ejemplo de cumplimiento de sus normas y ha sido el primero en aplicárselas. En las tradicionales carreras de cucanyes, se solía colgar un conejo o un gallo como premio para el más rápido. Este año se ha sustituido por un dibujo canjeable por el premio de verdad.