El nuevo pacto de gobierno en el ayuntamiento de Santa Margalida, integrado por Suma pel Canvi y Convergència, contempla otras alternativas al proyecto de reparación del talud posterior del instituto de la localidad por su elevado coste, cifrado en 1,2 millones de euros. El talud se desmoronó en abril del año 2009, provocando la caída del muro de contención sobre las instalaciones educativas, gran parte de las cuales, principalmente el patio exterior, siguen a día de hoy precintadas.

El alcalde de Santa Margalida, Miquel Cifre (PSOE), explicó ayer que la institución estudia otras posibilidades ante la imposibilidad de asumir el coste de la reparación y porque, a su entender, "vale más invertir el dinero en la adquisición de solares anexos al instituto de cara a una futura ampliación". Además, Cifre argumenta que el anterior proyecto de consolidación del talud suponía una inversión demasiado elevada que hubiese beneficiado, principalmente, a los propitarios de terrenos situados en lo alto del montículo de detrás del instituto.

La institución local ya se ha puesto en contacto con varios propietarios de solares limítrofes con el actual instituto para calibrar la posibilidad de una adquisición que prepararía el terreno de cara a una futura ampliación del centro en la parte más alejada del talud con el fin de "mejorar la seguridad de los alumnos". Precisamente, en breve, se iniciarán los trabajos de construcción de varios módulos más en el patio del instituto que serán destinados a cursos de formación, un proyecto financiado por el Govern.

Respecto a la zona del instituto que ha quedado afectada por el desprendimiento del talud, Cifre afirma que "se barajan diferentes posibilidades" para normalizar la situación. Una de las alternativas, "si los técnicos avalan el proyecto", pasaría por "suavizar" la pendiente y "rebajar" el talud con el objetivo de habilitar una "zona boscosa". De esta forma, la parte del centro educativo que actualmente está condenada por la caída del muro de contención quedaría inutilizada para la actividad lectiva, y de ahí el interés en ampliar el centro hacia la parte contraria para que el instituto no pierda volumen.