­El alcalde de Sóller, Carlos Simarro (PP), garantizó ayer que todos los ancianos que actualmente residen en el geriátrico Bell Entorn que no posean familiares ni recursos económicos continuarán disponiendo de plaza, porque el Ayuntamiento "articulará unas subvenciones directas".

De esta forma, Simarro quiso tranquilizar a los ancianos del centro ante la creciente preocupación que se ha instalado en el Bell Entorn. Simarro explicó que "muchos mayores incluso no se atreven a salir a dar un paseo, porque temen que no los dejen entrar".

El alcalde aseguró que si bien es cierto que la situación económica "es muy difícil, todas estas personas no tienen por qué asustarse de nada".

La preocupación radica en el hecho de que, a partir del próximo año, el ayuntamiento de Sóller dejará de abonar las plazas que tiene concertadas con la residencia. De los treinta ancianos que ocupan estas plazas concertadas, veinte pasarán a pagar su plaza (1.800 euros) con recursos propios o de sus familiares.

Baremo a aplicar

Para los restantes, el Consistorio establecerá unas ayudas directas para garantizar el pago de la plaza. Por ello, el alcalde explicó que "se está estudiando qué baremo se va a establecer a la hora de determinar cómo y en qué cuantía se pagará esta ayuda".

Simarro lamentó que "hasta ahora ha habido mucho descontrol en la gestión de las plazas municipales de la residencia", lo que "ha contribuido a deteriorar más la situación".

También aseguró que la "caja única municipal ha entorpecido el pago de las mensualidades" a la concesionaria del geriátrico.

El Ayuntamiento y el Govern adeudan a la residencia de ancianos tres millones de euros por las 70 plazas que tienen concertadas.