Desde ayer, el Secretariado del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco tiene sobre la mesa una denuncia del GOB referente a la "presión urbanística" que se cierne sobre varias zonas protegidas de la Serra. La amenaza edificatoria podría implicar la pérdida de la prestigiosa marca obtenida por la Tramuntana el pasado junio, según subrayaron ayer los portavoces de la organización ecologista Antoni Muñoz y Jaume Adrover.

El GOB anunció que ha remitido al organismo internacional un informe elaborado a partir de documentación propia y de informaciones periodísticas que, a su entender, evidencia la intención del Ejecutivo autonómico de revisar la Ley de Medidas Urgentes, que garantizaba la protección de varios espacios naturales.

La entidad ecologista espera que, con estos documentos, la Unesco tenga conocimiento de la situación y pida explicaciones al Govern balear. "La distinción de Patrimonio de la Humanidad no es definitiva. Cada seis años, un comité vuelve a evaluar si se mantienen los valores por los cuales se dio el reconocimiento", manifestó Muñoz.

Seis espacios en cuestión

La Ley de Medidas Urgentes aprobada en la pasada legislatura posibilitó que se salvaguardasen cinco espacios naturales: Monport y Cala Blanca (Andratx), Muleta (Sóller), Cala Carbó y El Vilar (Pollença). Sin olvidar la controvertida urbanización de es Guix, en Escorca, que fue protegida por el Consell de Mallorca.

En total, todas estas áreas ocupan una superficie de 104 hectáreas o, lo que es lo mismo, el equivalente a la suma de los núcleos urbanos de Sóller, Valldemossa, Bunyola, Esporles, Deià, Puigpunyent, Estellencs y Banyalbufar, como remarcó Jaume Adrover. La mayoría de estos espacios fueron declarados Área Natural de Especial Interés (ANEI) o Área Rural de Interés Paisajístico (ARIP).

Muñoz añadió que en el propio informe en que se evaluó la candidatura de la Serra ya se advertía de que "las presiones urbanísticas siguen siendo una amenaza para el bien propuesto". "Se trata de un reconocimiento que no conlleva únicamente una etiqueta de calidad y un atractivo promocional para los turistas. También implica un compromiso para conservar este patrimonio para generaciones futuras", manifestaron los portavoces ecologistas.

EL APUNTE

El informe de evaluación ya recogió la amenaza urbanística

El informe Icomos que evaluaba la candidatura de la Serra argumentaba que "debido a la falta de perspectivas económicas y los bajos ingresos que caracterizan a la mayoría de la Tramuntana las presiones urbanísticas siguen siendo una amenaza".