El equipo de gobierno municipal ha autorizado a los efectivos de la Policía Local a poder patrullar con sus armas de fuego particulares, una medida que se deriva de la crisis económica por la que pasa el Ayuntamiento y por la que el municipio no tiene dinero para la adquisición de nuevas pistolas.

En concreto, un decreto de alcaldía suscrito por el conservador Carlos Simarro, autoriza a los agentes del cuerpo de seguridad municipal el uso de pistolas particulares mientras realizan sus funciones municipales.

El decreto lo justifica aseverando "la imposibilidad que sufre actualmente este Ayuntamiento como para poder dotar de armamento individual todos los miembros de la Policía".

La mayoría de agentes dispone de arma de fuego particular, por lo que el Consistorio les permite utilizarlas "hasta que mejore la situación económica" y el municipio pueda adquirir armas propias.

El decreto establece que las armas particulares se guardarán en un armero de forma controlada y supervisada por el oficial encargado del mantenimiento de las pistolas.

La decisión se ha adoptado atendiendo a lo dispuesto en un informe jurídico elaborado al respecto.