­Las penurias económicas por las que atraviesan las administraciones municipales han sido el detonante de que se haya dejado de organizar el tradicional encuentro de antiguos trabajadores mineros con motivo de la festividad de Santa Bàrbara, patrona de la minería.

Era el año 2000 cuando en Lloseta se recuperó esta fiesta y se consiguió reunir a los antiguos empleados de las minas de lignito de la comarca: Selva, Lloseta, Consell, Alaró y Binissalem. Había misa en la parroquia y una comida ofrecida por el Ayuntamiento anfitrión. Los compañeros intercambiaron anécdotas y recuerdos de su antiguo oficio y, también, homenajeaban a los ya fallecidos.

De este modo, transcurría la fiesta de año en año y de forma rotativa la organizaban los respectivos consistorios. Pero con el paso del tiempo se demostró que la celebración tenía fecha de caducidad. Por dos motivos principales: el envejecimiento de los participantes y, ahora, la crisis económica.

Los alcaldes de los ayuntamientos mineros han considerado oportuno no destinar dinero a estos eventos cuando otros colectivos menos favorecidos lo demandan. Lloseta abrió la puerta a este encuentro en 2000 y la cerró el año pasado, pues habrá sido el último que se ha celebrado.