El proyecto de restauración del retablo mayor de la iglesia parroquial de Sant Pere y Sant Pau de Algaida ya está en su fase final. Estos días se retirará la llamativa andamiada, a fin de que a partir del sábado y durante todas las señaladas fiestas el espacio sagrado esté libre del metal gris. Siete restauradoras del Taller de Restauració del Bisbat de Mallorca (que forma parte del grupo de investigación de Patrimonio Artístico Religioso de la UIB) llevan desde agosto trabajando in situ, si bien meses anteriores ya se iniciaron distintas labores de rehabilitación. Tras las celebraciones navideñas, las restauradores volverán para rematar las obras de acondicionamiento y consolidación.

El retablo mayor de Algaida es una buena muestra de los retablos barrocos mallorquines. A finales del siglo XVII el Consell de la Universitat acordó comenzar las obras. La iniciativa fue llevada a cabo por los rectores, del mismo nombre, Miquel Amengual (familiares). La ambiciosa intervención fue encargada al escultor felanitxer Miquel Barceló, artista de prestigio en aquella época. El montaje fue laborioso y duró unos veinte años, si bien la obra en su conjunto no concluyó antes de 1764, ya muerto Miquel Barceló.

En el cuerpo inferior destacan dos sagrarios y las esculturas de los santos de devoción popular: Sant Francesc, Sant Vicenç Ferrer, Sant Joaquim amb la Verge Nina y el Beat Ramon Llull. En el cuerpo central, la imagen de la Mare de Déu, y las figuras de los patrones de la localidad y de la parroquia: Sant Honorat, Sant Pere, Sant Pau y Santa Llúcia. Y en el cuerpo superior, en este caso con clara influencia de promotores-familiares, sobresale la figura de Sant Miquel (sobre éste el Sant Crist) y, en los lados, las esculturas de Sant Nicolau de Tolentí y Sant Cristòfol.

Antònia Reig, directora del taller, detalla las múltiples actuaciones llevadas a cabo: limpieza, desinfección, consolidaciones, fijación de policromías, reintegraciones volumétricas y pictóricas, barnizar, estucar, dorar, rehabilitación de madera, etc. El coste total del plan asciende a 157.264 euros, a cargo de Govern, Consell, Ayuntamiento y Bisbat. Empresas, entidades y particulares, también claves.