La revista Bona Pau, adscrita a la Premsa Forana y redactada íntegramente en catalán, cumple 60 años. Nacida el 27 de enero de 1952 en el seno de la parroquia local, este mes ha llegado a las seis décadas de edición mensual y prácticamente ininterrumpida, a excepción de unos pocos meses en sus inicios.

La fulla de la Bona Pau como se la conoce popularmente en Montuïri (puesto que comenzó siendo solamente una octavilla) ha informado de la actualidad local tanto a los domicilios del pueblo como a los vecinos que viven fuera. Ha redactado la historia del pueblo durante la última mitad del siglo XX y primera década del XXI. La denominación hace referencia a la patrona de Montuïri, la Mare de Déu de la Bona Pau, ubicada en el santuario del puig de Sant Miquel.

El mérito de esta constancia cabe atribuirlo a su director Onofre Arbona Miralles, su responsable de siempre y alma de la publicación. Antiguo maestro de escuela, el pasado 3 de enero cumplió 82 años. "Me comprometí por un año... y la lo ves... he llegado a cumplir el 60 aniversario".

Bona Pau tuvo que superar en sus inicios numerosos contratiempos y vencer dificultades propias de una época de dictadura: "Afortunadamente no nos obligaron a titular la revista como Buena Paz", recuerda Arbona. A partir del número 4, se publicó en de doble cuartilla y desde 1981 a doble folio.

Esta última ampliación de formato coincidió con la decisión de redactar todas sus páginas en catalán, hace ya treinta años. El cambio (propiciado por el propio director y por el ecónomo Tomeu Tauler) no estuvo exento de polémica, aspecto que hoy resultaría irrisorio para los lectores puesto que consideran normal el uso de nuestra lengua y plantearla ahora como bilingüe.

"Entonces un 20% de los subscriptores se dio de baja... ¡Qué contradicción!, ya que el idioma de relación era y es exclusivamente el catalán. Poco a poco fuimos recuperando la mayor parte de quienes nos abandonaron y, al cabo de cierto tiempo, muchos de aquellos suscriptores agradecieron que se escribiera en catalán y nos felicitaron ya que les habíamos acostumbrado a leer en su propia lengua".

Bona Pau, cuya propiedad pertenece a la parroquia de Sant Bartomeu, saca a luz 800 ejemplares mensuales, 144 de los cuales se mandan fuera de Montuïri. Sale muy puntual, antes del 5 de cada mes. Cuenta con dieciséis repartidoras voluntarias y un amplio cuerpo de colaboradores literarios: "Nunca habíamos tenido tantos, aunque faltan algunos para cubrir determinadas secciones".

El número de este mes de enero ha pasado de las 36 páginas habituales a 56. La mitad de su contenido, en el que destacan los artículos de colaboradores, rectores y autoridades, conmemora la efemérides que culminarán en los actos que tendrán lugar los próximos días 27, 28 y 29 de este mes.

Se habrá cumplido el sesenta aniversario de la noticia e historia de Montuïri hecha realidad a través de la popular Bona Pau. Un equipo de redacción continuará la labor de su fundador y director.