El ayuntamiento de Llubí, gobernado en minoría por el PP, anunció ayer que ha decidido dar “marcha atrás” al aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que había aprobado la institución local durante el pasado mes de noviembre para que la subida municipal no coincida con el incremento del impuesto urbano decretado por el gobierno central, que es de obligado cumplimiento para los ayuntamientos.

El equipo de gobierno presidido por el alcalde Joan Ramis presentó el pasado lunes por la noche un escrito a la gerencia regional del Catastro para solicitar la suspensión de la revisión de los valores del municipio que aprobó el Ayuntamiento hace dos meses con el argumento de que los valores de las viviendas del municipio del Pla no se actualizaban desde el pasado año 1995. La finalidad es la de “compensar” el aumento decretado por el gobierno central.

La decisión fue tomada por la junta de gobierno celebrada el lunes en el ayuntamiento de Llubí. El alcalde Joan Ramis afirmó ayer que “no sería de recibo que los ‘llubiners’ tuvieran que pagar, ahora en crisis, dos aumentos de este impuesto, y por ello optamos por tirar atrás el aprobado por el Ayuntamiento” el pasado mes de noviembre.

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