Los problemas siguen sucediéndose en el seno de la Policía Local de Alaró, y si hace unos meses la mayoría de los agentes solicitaron al alcalde que cesara al jefe del cuerpo a causa de la desorganización existente, ahora dos de los policías que realizan labores de representación sindical han optado por denunciar la política de asignación de horas extras que se aplica en el Ayuntamiento.

Estos agentes critican que tanto el jefe policial como el alcalde han incumplido el convenio laboral al asignar horas extras nocturnas a un agente que está exento de servicio en horario de noche. Aseguran que lo más normal sería que los servicios extraordinarios se distribuyeran entre los que durante todo el año efectúan estos turnos, y lamentan que este "trato de favor" haya provocado más tensiones entre compañeros.

Miembros de la Policía achacan de nuevo esta situación a la "desorganización y la falta de interés del jefe del cuerpo y del alcalde", y añaden como ejemplo que "el primer día que toda la isla estaba en alerta naranja por nevadas, y que incluso estaban de guardia los voluntarios de Protección Civil, en Alaró no hubo ningún policía de guardia durante la noche porque el alcalde no quiso. Y eso que siempre hay agentes dispuestos a hacer horas extras".

El alcalde lo niega

Por su parte, el alcalde, Joan Simonet, negó ayer que se haya producido ningún incumplimiento: "El agente renunció voluntariamente al horario nocturno, pero también añadió que en casos excepcionales sí estaba dispuesto a realizar ese servicio, por lo que no se ha vulnerado nada, a pesar de lo que digan los sindicatos". Simonet añade que el pasado fin de semana consideró que se daban esas circunstancias excepcionales y asignó el turno a este policía.

"Estamos hablando de una discusión por los 120 euros extras de esa noche", afirma el alcalde, que culpa de la polémica a uno de los policías "que presenta escritos y luego nunca participa en las reuniones del cuerpo". Simonet reconoce que una noche no se cubrió "porque hubo bajas de última hora, aunque el jefe de policía estuvo de guardia en su casa".

Simonet afirma que tras las quejas de la plantilla hace unos meses se han tomado medidas que han mejorado la eficacia . A partir de ese momento se ha mantenido un mayor control del superior y, según el alcalde, están muy satisfechos del cambio de actitud de esa persona. Incluso se plantean no contratar un nuevo oficial de policía para tomar el mando de la plantilla, tal y como habían anunciado. Entre los agentes ha sorprendido también este cambio de postura, y si en un principio elogiaron al equipo de gobierno por reaccionar rápido y buscar un sustituto, ahora lamentan que se haya perdido ese interés por buscar soluciones.