Varios camiones-grúa y operarios provistos con motosierras iniciaron ayer los trabajos de tala de los árboles de la plaza de la Constitución de Sóller después de que técnicos fitosanitarios confirmaran la muerte de la mayoría de los ejemplares de plataneros.

La eliminación de los árboles causó gran expectación. Muchos ciudadanos se acercaron al centro de la ciudad para ver cómo poco a poco las motosierras acababan con uno de los símbolos de la plaza principal de Sóller. El alcalde Carlos Simarro lamentó que "el centro pierde su imagen característica", pero reiteró que la tala "se lleva a cabo, porque ante todo prima la seguridad de las personas".

Simarro explicó que de los 14 árboles que hay en la plaza, tres serán eliminados por completo. Otros siete serán "coronados", o sea, solo quedará parte de su tronco principal, con el objetivo de dejar que sus pocas ramas aún verdes florezcan a lo largo de los próximos meses. Sólo cuatro plataneros se salvarán de la tala a la que el Ayuntamiento se ha visto obligado a llevar a cabo. Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Joan Ruiz, explicó que el Consistorio ya está llevando a cabo averiguaciones con el fin de adquirir en Holanda varios ejemplares semiadultos de plataneros para colocarlos en el lugar que dejarán los que serán retirados a lo largo de esta semana.

Explicó que se opta por esta medida con el fin de plantar unos árboles de unos diez metros de altura, también plataneros, con un diámetro de tronco de unos 30 centímetros. Ruiz reconoció que "será más costoso el transporte que los árboles en sí", por lo justificó la decisión de no eliminar la totalidad de árboles dañados de una sola vez. El Ayuntamiento prevé sustituirlos de forma progresiva.

Ruiz también señaló que se adquirirá una máquina especial que se usará para perforar el suelo donde se van a plantar los primeros ejemplares de plataneros. La eliminación drástica de los árboles de la plaza de la Constitución viene recomendada por varios informes de técnicos especializados que aseguran que los plataneros están prácticamente muertos porque la savia no circula en su interior. Los técnicos también opinan que la mejor alternativa es retirarlos para evitar la caída de grandes ramas que podrían provocar accidentes de importancia. Los árboles sufrieron unos daños irreversibles las navidades de hace cuatro años cuando se colocaron unas guirnaldas luminosas en sus troncos principales.