Las obras de la proyectada variante este de Algaida seguirán acumulando retraso, y la indignación vecinal por el denso tránsito y los problemas con autocares y camiones, principalmente en las calles Antoni Maura, Metge Verger, s´Estació y tramo de Cavallers, va en aumento. El Consell, comandado por el PP, considera sobredimensionado el proyecto que se elaboró en la pasada legislatura, tomando las riendas el Pacte de Progrés. En esta línea, ahora se anuncia que el presupuesto total previsto de 8,3 millones de euros se reducirá "a un máximo de 3".

Este extremo fue confirmado en la reunión que mantuvieron anteayer en Palma el conseller de Urbanismo y Territorio, Mauricio Rovira, y el director insular de Carreteras, Rafel Gelabert, con los líderes de los partidos de Algaida: Francesc Miralles (PSOE), Rafel Oliver (PP) y Tomeu Ballester (PSM). Precisamente el PSM fue el partido que venía insistiendo en los últimos tiempos en la necesidad de mantener un encuentro con el Consell de Mallorca, al ver que el proyecto "no avanzaba" y que parecía que "no había voluntad política". Las quejas vecinales (no se descarta que residentes afectados emprendan medidas de protesta) contribuyeron a que el PSM se preocupara en serio por el tema.

La circunvalación debe enlazar la carretera de Llucmajor-entrada de Algaida hasta la zona del restaurante Es 4 Vents, discurriendo por las inmediaciones del polideportivo es Porrassar, el cementerio y el Camí de ses Vinyes. Se han pintado rotondas en la carretera de Llucmajor, cementerio y ante Es 4 Vents. La longitud de la nueva vía:1,8 kilómetros, viéndose afectados 52 propietarios de terrenos (expropiaciones valoradas en 474.000 euros). La carretera tendría una anchura de hasta 17 metros (en algunos sitios dos metros por debajo del nivel del suelo normal) ya que también se previeron espacio de drenaje, carriles bici y paseo peatonal. Paralelamente, se pintaron aparcamientos y parques infantiles. El trazado evita tres cuevas prehistóricas. Recursos Hídricos advirtió que una balsa ante Es 4 Vents sería insuficiente, y la balsa existente cerca del restaurante Can Mateu es de dudosa legalidad.

El PSM sostiene que urge la construcción de esta variante este para aliviar las calles actualmente afectadas por el conflictivo tránsito de vehículos, reconociendo eso sí que el coste de 8,3 millones está hinchado y que la anchura (hasta 17 metros) es realmente excesiva.