Como viene siendo tradición, y con la de ayer ya son XXIV ediciones, el pueblo de Lloret de Vistalegre rindió homenaje a su Comuna con la celebración de la Diada de Natura, un acontecimiento que suele contar con una elevada participación popular y que ayer, además, se vio muy favorecida por el buen tiempo que hizo en la isla durante toda la jornada dominical.
Las actividades que se celebraron a lo largo del fin de semana empezaron el sábado por la mañana con una jornada de voluntariado ambiental. Alrededor de una treintena de voluntarios y miembros de la asociación local de cazadores recogieron de la zona boscosa cerca de tres mil kilos de todo tipo de residuos. Además, se llevaron a cabo diferentes actividades deportivas dirigidas, principalmente, a los más jóvenes y que contaron con una muy buena participación.
Durante el día de ayer, el buen tiempo que reinó, plenamente primaveral, favoreció que alrededor de trescientas personas se congregaran en la explanada de ´sa caseta des caçadors´ de la Comuna para disfrutar de un día plagado de actividades lúdico-festivas.
Siembra de pinos y encinas
A primera hora de la mañana de ayer domingo se llevó a cabo la habitual siembra de pinos y encinas, en la que participaron diferentes asociaciones y entidades de la localidad del Pla de Mallorca.
A continuación, se celebró una excursión didáctica en la que el historiador Andreu Ramis dio a conocer todo tipo de detalles sobre el pasado y el presente de la Comuna de Lloret. Gracias a las explicaciones del historiador, muchos fueron los que conocieron detalles de esta zona comunitaria que hasta el momento ignoraban.
Acto seguido, tuvo lugar la lectura del manifiesto de la Diada de Natura, que este año corrió a cargo de la escritora Francisca Albis. Posteriormente, la agrupación local Brocalet deleitó al público presente con una muestra tradicional de ball de bot, que dio paso a una comida popular de arròs brut que se prolongó hasta bien entrada la tarde, concluyendo así una jornada festiva en la que tanto grandes como pequeños de la localidad del Pla disfrutaron de este espacio idílico de la geografía del pueblo.
