Un año más, el santuario de Consolació encarnó el Calvario en el tradicional Davallament de Sant Joan. Ya son 21 años de representaciones de la Pasión de Cristo y, aunque se escenifiquen hechos ocurridos más de dos mil años atrás, el Davallament es más actual que nunca. Los textos narrados combinan los pasajes bíblicos con reflexiones sobre la actualidad. Así, no faltaron las alusiones a la corrupción y se recordó el famoso "no robarás", con un añadido muy actual: "sobre todo si es dinero público". Los espectadores se entregaron desde la entrada a Jerusalén, pasando por la última cena y la condena. Las tres caídas, la muerte de Jesús y su bajada de la cruz fueron los momentos más intensos y emotivos.