­El alcalde de Santa Margalida, Miquel Cifre (Suma pel Canvi), ha remitido una carta al director general de la Fundació Balears Sostenible, Jorge Campos, en la que solicita que fije "día y hora" para una visita a la finca de Son Real de los servicios técnicos municipales con el fin de inspeccionar las posibles irregularidades urbanísticas que el propio Campos había denunciado en una reciente comparecencia parlamentaria y en manifestaciones a diversos medios de comunicación.

El edil ´margalidà´ recuerda que el ayuntamiento de Santa Margalida tiene "competencias en materia urbanística" en su territorio y solicita al hasta ahora responsable de Son Real que indique "in situ" a los técnicos cuáles son las obras presuntamente ilegales para "proceder a la inspección y a la posible incoación de los correspondientes expedientes".

Jorge Campos explicó, durante un control parlamentario, que en la finca pública de Son Real se realizaron diversas irregularidades urbanísticas durante la pasada legislatura que ascenderían a un importe de 529.708 euros y que calificó de "gravísimas". Como ejemplo de las irregularidades, Campos habría citado la existencia de diversos pozos de captación de agua, algunas reformas y ampliaciones de almacenes, entre otros casos.

El alcalde de Santa Margalida cuestiona las presuntas ilegalidades. "Se trata de un cúmulo de acusaciones, realizadas en sede parlamentaria, que no puedo obviar", apuntó Cifre, quien considera que "lo primero que debería haber hecho Campos es denunciar estas irregularidades ante el Ayuntamiento, y no lo ha hecho".

A su entender, el Govern aplica una "política baratera" en Son Real. "Por una parte, Campos asegura que se potencia el uso público de la finca, pero actualmente allí no hay nadie; también dijo que el servicio de bicicletas está activo, y no es cierto; habla de desestacionalización, pero no se hace nada al respecto", critica el alcalde. "En realidad, lo único que ha hecho este señor en la finca de Son Real es colocar una bandera española", concluye.

Además, el munícipe de Santa Margalida lamenta la falta de respuesta de las principales instituciones de la isla a la petición municipal de convocar una cumbre para debatir sobre el futuro de la emblemática finca pública. "Todavía estoy esperando una respuesta", afirma con resignación Miquel Cifre.

"A lo mejor es que no han entendido el escrito que envió el Ayuntamiento porque estaba escrito en nuestra lengua; si es éste el problema, vamos a mandar una nueva carta traducida al castellano", ironiza el alcalde ´vilero´.