Tras varias décadas como concejal, Torres asume hoy la alcaldía por segunda vez gracias al pacto con La Valldemossa que Volem y Convergència per les Illes. Destaca que el acuerdo de gobierno "funciona muy bien" y que "la situación económica" marcará su mandato.

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–¿Qué supone para usted ser alcalde de Valldemossa?

–Un reto, porque es mi pueblo, y también una alegría para mí y para mi grupo político, que queremos hacer lo mejor para el pueblo y continuar el trabajo hecho en consenso con los otros grupos.

–¿En qué situación encontrará el consistorio?

–Es un momento de gran responsabilidad por la situación económica del país y de las administraciones. De todas formas, hay que decir que en Valldemossa hemos aguantado bastante bien. No hemos tenido caprichos y nos hemos centrado en el día a día y en el mantenimiento. Hemos conseguido cerrar el 2011 con superávit y creo que ha sido gracias a la buena gestión realizada.

–¿Cómo ha funcionado el pacto de gobierno?

–Funciona muy bien. El alcalde Francesc Mulet ha hecho un trabajo extraordinario y nosotros le hemos apoyado. Estoy seguro que él también lo hará y lo mismo pasará cuando le toque a Jaume Vila.

–Su partido, el GIV, tuvo un gran aumento de votos en las pasadas elecciones.

–Porque recuperamos muchos votantes que perdimos durante las legislaturas en que apoyamos al PP. Lo detectamos en seguida en la legislatura pasada, cuando firmamos el pacto con los actuales socios por primera vez y mucha gente nos daba la enhorabuena. El pacto con el PP no gustaba a nuestros votantes, eso generaba desconfianza y los fuimos perdiendo. Además, hemos renovado la lista electoral con gente joven y creo que también hemos realizado una buena gestión en el consistorio.

­–¿Qué proyectos le gustaría impulsar en estos dos años?

­–Las viviendas de protección oficial, que era un tema que llevábamos en el programa electoral. También terminar la mejora de la red de alcantarillado y pluviales en George Sand, Shangri-la y sa Marina, mejorar la recepción de la televisión local y habilitar la planta baja del centro de salud para que sea más cómodo y accesible.

–¿Está de acuerdo con la decisión de abandonar la Mancomunitat de Tramuntana y constituir una nueva entidad con Esporles, Banyalbufar y Puigpunyent?

–Sí porque desde el principio se vio que no había armonía entre los municipios. El PP influyó en los temas y quería imponer. Francesc Mulet será el presidente de la nueva entidad, que creo que será mucho más efectiva que la actual. No solo compartiremos servicios, también nos implicaremos en actividades culturales conjuntas.

–La primera vez que fue alcalde, le pilló la sentencia sobre la celda de Chopin de la Cartoixa.

–Es una lucha entre dos propietarios que viene de lejos. Intentamos que, a pesar del enfrentamiento judicial, las relaciones fuesen buenas, pero la celda número 4 decidió separarse y ahora se venden dos entradas diferentes. El Ayuntamiento también es parte implicada en la Cartoixa y, personalmente, creo que el asunto debería arreglarse. Pienso que sería importante que volviese a funcionar de forma conjunta, sobre todo para el turismo. Ahora hemos mejorado el museo municipal y ya notamos un aumento de las visitas.