La presencia del president del Govern, José Ramón Bauzá, en el pleno que designó a Pere Joan Jaume, del PP, como nuevo alcalde de Sineu en sustitución de Josep Oliver (CxI), convirtió ayer la sala de sesiones en un hervidero con dos bandos diferenciados. Los simpatizantes del PP copaban las primeras filas, mientras que en la parte trasera, de pie, más de cien personas increparon al presidente con gritos de ´a Mallorca, en català´ tanto a la entrada como a la salida de Bauzá de la sala de plenos, obligados por la Policía Local y los escoltas personales del president a colocarse en un lateral de la sala para formar un pasillo de seguridad por el que pasó la comitiva presidencial.

En el exterior del Ayuntamiento, numerosos agentes de la Guardia Civil cerraron todos los accesos, prohibiendo en un primer momento la entrada en el pleno a los numerosos ´sineuers´ interesados en seguir la sesión. Finalmente, la mayoría de ellos pudo entrar gracias a la intermediación de varios regidores del Ayuntamiento, que acreditaron ante los agentes policiales la condición de residentes en la localidad de los que querían entrar.

Los incidentes, que no fueron más allá de gritos a favor del catalán y en contra de la política de recortes del ejecutivo, se produjeron cuando entró Bauzá, acompañado del delegado del gobierno, José María Rodríguez, y del conseller de Administraciones Públicas, Simón Gornés, además de cargos del PP como el secretario general, Miquel Vidal. El presidente y su séquito ocuparon las primeras filas de la sala, protegidos en todo momento por los escoltas. Antes de iniciarse la sesión, se produjeron algunas discusiones en voz alta entre partidarios del PP y manifestantes.

Relevo en la alcaldía

Una vez iniciada la sesión, el público respetó con su silencio los diferentes discursos políticos. Pere Joan Jaume fue elegido alcalde de Sineu para los próximos tres años con los votos a favor del PP y de Convergència y en contra de Sineuers Independents y PSOE.

El nuevo alcalde, que sustituye a Josep Oliver ´Pavarotti´, pidió "respeto" a los manifestantes entre los aplausos de los simpatizantes del PP antes de iniciar su discurso de investidura. "Prometo respeto y trabajo, y cumpliré las promesas electorales siempre que sea posible", aseguró antes de pedir el "apoyo" de todos los ´sineuers´ para "sacar el pueblo adelante, a pesar de la época en la que estamos", en referencia a la crisis.

Por su parte, el alcalde saliente deseó suerte a su sucesor y "que todo siga igual los tres años que quedan de legislatura". El portavoz de los Independents, Miquel Gelabert, justificó su voto contrario en el "elevado coste" para las arcas públicas que supondrá el relevo, ya que ´Pavarotti´ conservará su sueldo como edil con dedicación exclusiva y Jaume "tiene una paga del Consell como personal de confianza y seguirá cobrando la dieta como regidor".