A partir del próximo lunes el ayuntamiento de Sóller pondrá en funcionamiento la primera fase de la ampliación de la ORA del municipio que afectará a la mayoría de calles del casco urbano. En esta primera fase se activarán las zonas azules del barrio dels Estiradors a excepción de dos calles. En una de ellas reside el concejal de Gobernación y Urbanismo, Gabriel Darder (PP).

La asociación de vecinos del barrio ha convocado para esta noche una reunión urgente con el fin de tratar el tema, en la que también hablarán de los precios que ha estipulado el consistorio para las tarjetas de los residentes. La entidad vecinal, tal y como explicó Jaume Jaume, discrepa de que la tarjeta de residente en zona ORA cueste 40 euros. La consideró demasiado cara y reclamó un precio más reducido para los conductores jubilados. Además, la asociación cuestiona el hecho de que dos calles de la zona (la de Sant Ramon y la de Fortuny) hayan quedado excluidas de la regulación de la ORA cuando en una de ellas reside un concejal del PP.

Desde la empresa pública Sóller 2010, sociedad que explota el servicio de zonas azules, argumentaron ayer que la exclusión de ambas calles se realiza a partir de "criterios técnicos", en tanto que "habilitar una línea de aparcamiento en dichas calles imposibilitaría la circulación de vehículos debido a la anchura de la calzada".

En las calles donde no se aplicará la ORA, los vehículos estacionan a ambos lados de la vía, aunque lo hacen ocupando la acera. Eso provoca que los peatones tengan que caminar forzosamente por la calzada. Esta circunstancia continuará dándose a partir de la próxima semana, ya que el ayuntamiento no prevé aplicar sanciones a los conductores que estacionen sobre la acera. Desde la corporación, señalaron que los agentes no multarán a los vehículos que aparquen en la acera en esas dos vías excluidas por la regulación de la ORA.

La ampliación de las zonas azules en el casco urbano de Sóller es una de las medidas que presentó el gobierno municipal al ministerio de Hacienda para que le aprobara el plan de saneamiento municipal. Una vez finalizada la ampliación, Sóller pasará a tener 750 plazas reguladas por zona azul, lo que generará unos ingresos anuales de unos 450.000 euros.

Aparcamiento de Can Miró

Por otro lado, el ayuntamiento ha informado que el aparcamiento público situado en Can Miró, en el Port de Sóller, también pasará a estar regulado por la ORA. Los residentes de los edificios cercanos podrán tener una tarjeta anual para estacionar gratuitamente.

El aparcamiento pertenece a Demarcación de Costas, administración que adquirió los terrenos hace una década. Según fuentes municipales, el consistorio ha obtenido un permiso de Costas para poder cobrar por el aparcamiento de vehículos en el recinto.