Bernat Coll Ramón (Lloseta,1956) entró en la política local de manos del anterior alcalde socialista Miquel Pons. En 1995, tras pasar por la presidencia del C. D. Llosetense, entra en el ayuntamiento de Lloseta y ocupa el cargo de primer teniente de alcalde. El 1999 encabeza la lista a las municipales por el PSOE y consigue su primera mayoría absoluta en el ayuntamiento de Lloseta repitiendo en las dos siguientes legislaturas, resultando uno de los alcaldes más votados y, por ello, de los más mimados por el PSIB-PSOE. Actualmente es vicepresidente de la Felib y de la Mancomunidad del Raiguer y presidente del Consell de Política Municipal de la Federación Socialista de Mallorca. Le gusta hablar claro, es espontáneo y sincero.

—¿Cuál es actualmente el principal problema de ayuntamiento de Lloseta?

—La falta de liquidez. Ahora bien, si el Govern y el Consell nos pagasen 1,2 millones de euros que nos deben, podríamos cancelar una póliza bancaria que tenemos de 600.000 euros y el resto lo tendríamos en reserva por lo que pudiera venir, o destinarlo a mantenimiento municipal. La falta de liquidez también nos ha obligado a endeudarnos por 300.000 euros para pagar a los proveedores.

—¿Tienen previsto acometer inversiones?

—De momento, no. Tenemos un proyecto del Pla d´Obres i Serveis del Consell que está pendiente de aprobarse. De todos modos, si no subvencionan el 90% de los proyectos, no queremos participar. Si tenemos que pagar por ejemplo, el 30% del presupuesto, renunciaremos a presentar proyectos de obras.

—Con la crisis, ¿han tenido que realizar ajustes y recortes?

—Lo mínimo. Hemos recortado alguna partida para tener más liquidez. Por ejemplo, en el apartado de ferias y fiestas se ha disminuido el coste en 20.000 euros.

—Acaba de jubilarse una trabajadora social del Ayuntamiento, ¿está previsto cubrir su plaza?

—No, en absoluto. Solamente cubriremos los días de vacaciones. Lo mismo ocurrirá con toda la plantilla, sea funcionario, personal laboral o empleados públicos.

—¿Funcionan correctamente los servicios sociales del municipio?

—Tenemos un centro de estancias diurnas, un servicio de asistencia a domicilio y un comedor. El déficit es de 58.000 euros anuales. Se comenta que quieren quitar a los ayuntamientos aquellos servicios que no son de su completa competencia o competencias impropias. Lo que tienen que hacer es dotarlos mejor económicamente y que sigan gestionándolos los ayuntamientos.

—En cuanto a la reciente Ley de Función Pública, ¿cómo aplicarían la cuestión de la lengua catalana?

—En el Ayuntamiento de Lloseta lo tenemos claro, nuestra lengua seguirá siendo un requisito y no un mérito.

—Desde el gobierno central se aboga por adelgazar la administración pública, ¿está conforme con este recorte a los funcionarios?

—En absoluto. Siempre se ceban con los funcionarios y empleados públicos, con estas medidas los funcionarios quedan en una situación injusta y de desigualdad, pagan los de más abajo. Primero suprimiría el Senado, las Diputaciones, los Consells y los asesores.

Aunque no sea de competencia pública también se deberían regularizar los sueldos a los miembros de los consejos de administración de la grandes empresas y bancos. Algunas cantidades son una ofensa para los trabajadores de las capas inferiores.

—¿Y las mancomunidades?

—Las reorganizaría o suprimiría. Creo que su función principal es mancomunar servicios. Pero resulta que cada municipio quiere su piscina, su centro de día, su polideportivo... cuando muchos servicios podrían ser mancomunados. Actualmente sirven positivamente para la adjudicación del servicio de recogida de basuras en el caso de la mancomunidad del Raiguer.

—¿Qué opina de rebajar el número de los miembros de las corporaciones locales?

—Que es un absurdo. No tiene sentido ni efectividad. En Lloseta pasaríamos de trece miembros a nueve. Sospecho que con ello se pretende fomentar aún más el bipartidismo y eliminar a los partidos minoritarios. Por ejemplo, en Lloseta, de aplicarse la reducción del 33%, la Lliga perdería su único concejal.

—¿Y de los sueldos de alcaldes y concejales?

—Deberían regularizarse de una vez a través de la Federación de Municipios. Si bien en 1985 el Gobierno hizo una previsión de los límites de las retribuciones de los miembros de las entidades locales pero, en realidad, no se han regulado. En el próximo pleno del Ayuntamiento se propondrá reducir los sueldos de los políticos locales en la misma proporción que a los funcionarios

—Lloseta tiene actualmente 6.172 habitantes, un crecimiento muy rápido en los últimos años, ¿se ha convertido la población en un pueblo dormitorio?

—Creo que sí. Con el ´boom´ de la construcción se levantaron muchas fincas de pisos que fueron adquiridas por gentes de otras poblaciones. Muchos de ellos trabajan fuera y vienen a dormir aquí. La integración en la vida de la localidad es lenta.

—Unas mil personas empadronadas en el municipio son de nacionalidad extranjera, entre los que destacan 480 marroquíes, ¿causan problemas esta vecindad extranjera?

—No. El sector más desfavorecido hace uso de los servicios sociales. y ayudamos a los que realmente lo necesitan.

—El primer domingo de junio se organiza, cada año, la Fira de Sa Sabata, pero en Lloseta solamente quedan tres fábricas de calzado, ¿se llegará a suprimir esta feria?

—De ninguna manera. Pero sí creo que ha llegado el momento de reorganizarla, pues el calzado de calidad que se servía en los primeros años de la feria ya no se fabrica en Lloseta. Realizaremos gestiones para estudiarlo.