Por primera vez en la historia marítima del Port de Sóller dos buques de guerra de la Armada del Reino Unido hicieron anteayer escala en la estación naval donde permanecerán anclados durante tres días. En tierra fueron recibidos por el agregado de Defensa de la Embajada Británica en Madrid, Federico Price, y por el comandante de la base de Sóller, Francisco Arenas.

Los buques llegaron en aguas interiores de la bahía a las nueve de la mañana procedentes de la isla de Malta. Una patrullera de la Guardia Civil abrió un canal de paso de los barcos para que realizaran las maniobras de aproximación y atraque en el muelle principal de la estación naval.

Las embarcaciones son los cazaminas HMS Pembroke y el HMS Middleton que han estado de servicio dos años y medio en el océano Índico realizando misiones de vigilancia y de limpieza de minas, especialmente en el estrecho de Ormuz, donde estos artefactos suponen un gran peligro para la navegación mercante.

Tras culminar con éxito las maniobras de atraque, los comandantes de ambos buques, Chris Allan y Steve Higham, recibieron los honores propios por parte del contraalmirante británico Federico Price, de origen solleric, que les hizo entrega de varias banderas entre las cuales había la mallorquina. Se da la circunstancia que Price es de procedencia mallorquina, puesto que nació en Biniaraix (Sóller) y cada año pasa sus vacaciones en familia en el valle.

En declaraciones a la prensa, los comandantes de ambos barcos se mostraron "muy sorprendidos por el paisaje de Sóller, donde es un honor haber hecho esta escala" por lo que "a toda nuestra tripulación les hace mucha ilusión pasar unos días de descanso" antes de continuar su camino de retorno a casa que culminarán a finales de este mes. La tripulación de ambos buques suman cerca de noventa marineros, entre los cuales hay varias mujeres.

Una hora más tarde y en el ayuntamiento de Sóller, las autoridades de Sóller y Fornalutx ofrecieron una recepción a los comandantes de los navíos en la cual el alcalde Carlos Simarro expresó su "orgullo" de que Sóller fuera elegido para la escala. Por su parte, Federico Price, resaltó que España es un "país amigo" de la Armada Británica y recalcó que la de ayer era la primera vez que barcos de guerra ingleses hacían escala en Sóller. Añadió que de forma habitual los barcos que recalan en Mallorca lo hacen en Palma por lo que destacó la "excepcionalidad" de la parada en Sóller "que puede crear un interesante precedente". Price agradeció la labor realizada por la estación naval de Sóller y en especial de su comandante Arenas.

Anoche los comandantes de ambos buques ofrecieron a bordo una recepción a numerosos invitados. En dos días los cazaminas zarparán de Sóller hacia sus bases de Portsmouth y Faslane, en Escocia.