El ayuntamiento de Campos ha empezado a advertir a los usuarios de la red de agua potable que gestiona y a los que consumen líquido de los tres pozos que dan suministro a la Mancomunitat de Migjorn (Campos, ses Salines), de la proliferación de vendedores de sistemas de ósmosis para purificar el agua que llega a los grifos de los más de 15.000 usuarios de la red, aprovechando el último informe de la Mancomunitat, alertando de los elevados índices de cloruros y sodio que acumula el caudal durante las últimas dos semanas.

"El agua sigue siendo potable aunque su salinización haga que no sea recomendable a hipertensos o para personas afectadas del riñón", explica el presidente de la Mancomunitat del Migjorn, Guillem Ginard. "O sea que de ahí a pregonar erróneamente y con mala fe que no se puede beber y es perjudicial, hay un trecho".

Un informe elaborado hace unas semanas por los propios técnicos de la institución, indica que las elevadas cantidades de ambas sustancias combinadas formarían cloruro sódico o lo que se conoce como sal común, procedente muy probablemente de la filtración de agua marina en los acuíferos que dan suministro a Campos, ses Salines, Colònia de Sant Jordi, sa Ràpita y ses Covetes.

"Existen una serie de empresas privadas que dejan la calidad del agua mancomunada por los suelos, valiéndose de una tergiversación de los análisis y del informe entregado a los usuarios. Espero que la gente no pique en estas cosas. Siempre hay vivales que quieren hacer su agosto a costa de dar mala información. Sería como una especie del timo del butano", subraya a modo de ejemplo Ginard. "Se aprovechan de la buena voluntad de la gente para colarles productos y sistemas que no son necesarios".

Según la Mancomunitat, la actual calidad del agua no hace imprescindible la instalación de un sistema de filtración del agua por ósmosis. "Aunque no digo que quien quiera no pueda instalarse uno si lo cree oportuno y se informa".

Advertencias

Según el documento distribuido entre los usuarios de Campos y ses Salines, la concentración actual de sal puede ser perjudicial para la salud y especialmente para aquellas personas mayores con hipertensión arterial o afecciones de riñón "que no deberían utilizarla para beber, cocinar o preparar café. Tampoco tiene que utilizarse para preparar biberones de los bebés alimentados con lactancia artificial", avisa. Asimismo, no recomienda su consumo entre personas con problemas de corazón, que padezcan úlceras estomacales o en mujeres después de la menopausia.

Ginard advierte de que la Policía Local de ambos municipios ya está tras la pista de los vendedores para localizar las llamadas.