"Avui ja fa 5 anys que la carretera va caure. I no es fa res". La resignación e indignación son protagonistas. Y van en aumento. Ayer se cumplieron cinco años del desplome de un tramo de la carretera de acceso al emblemático santuario de Consolació, muy cerca del pueblo de s´Alqueria Blanca (municipio de Santanyí). El facebook Carretera de Consolació resumía con el breve texto mencionado al principio el estado físico y anímico actual. A nadie escapa que el histórico santuario pierde valor al no ser tan accesible como antes. Se pierden visitantes fieles católicos y turistas y curiosos en general, sea cual sea su religión y origen. En consecuencia, la actividad y espiritualidad en la cima del pequeño monte, donde durante décadas se celebraron actividades socioculturales, es cada vez menor. Se pierde sentido.

El camino alternativo de tierra y grava no facilita una circulación cómoda, mientras que la vía de asfalto derrumbada junto a la Gravera sa Creu está peor que en 2007 y apenas se impide el paso con unas bajas y ya muy deterioradas paredes y barreras.

Empresa Gravera sa Creu, Parroquia de Santanyí, Bisbat de Mallorca y Ayuntamiento, incapaces de alcanzar un consenso. El conflicto se judicializó y larga espera de sentencias firmes.

Consolació es patrimonio importante de Santanyí. Según se informa en el mismo santuario, ya en el siglo XVI se fundó la Confraria de Consolació para cuidar la modesta ermita, mantener la devoción a la Mare de Déu y dar auxilio "als confrares que passassin necessitat". En 1973, con motivo de la restauración del santuario y de la primitiva imagen de la Mare de Déu, el 1 de mayo se constituyó la Associació d´Amics de Consolació, con una extensa lista de familias que, relevadas en turnos, se ocuparían de abrir y cerrar, procurando el buen orden y la limpieza. Un sitio ´ideal´ para la "plegaria, reflexión, hermandad o programación de actividades pastorales y sociales". De hecho, el primer domingo de mayo se hace una jornada de hermandad con celebración de la eucaristía, lo mismo que con motivo de Santa Escolàstica, en torno al 10 de febrero.