La plaga del picudo rojo ha penetrado con fuerza en el municipio de Sineu. El coleóptero, presente ya en la mayor parte del territorio mallorquín, ha obligado al ayuntamiento ´sineuer´ a talar algunas de las palmeras más emblemáticas de la localidad cuyo estado era irreversible como consecuencia de los daños provocados por la plaga del escarabajo.

Hace pocos días, los operarios municipales cortaban de cuajo dos de las cuatro palmeras situadas en el centro de la plaza del Fossar porque, según explicó ayer el alcalde Pere Joan Jaume (PP), "ya estaban muy infectadas y no podían salvarse". Las otras dos palmeras del Fossar no presentan síntomas de enfermedad, aunque el Consistorio vigilará de cerca la evolución que presenten para actuar con rapidez en el caso de que también estén infectadas.

El Ayuntamiento no ha decidido todavía si sembrará otros árboles en el lugar que ocupaban las palmeras arrancadas. "Lo que es seguro es que no se sembrarán más palmeras", apuntó Jaume.

Otros dos ´fassers´ que han tenido que arrancarse estaban situados en el antiguo Hospici de la localidad, uno de los cuales ya estaba muerto y el otro presentaba claros síntomas de infección. La eliminación de las palmeras del Hospici es especialmente notoria debido al gran tamaño de una de ellas, que decoraba desde hacía muchos años la entrada de este edificio del siglo XIII situado en el casco histórico de Sineu.

A nivel particular, el picudo rojo ha atacado también a numerosas palmeras. Algunas de ellas han recibido tratamiento fitosanitario, pero en otros casos los particulares no han realizado ninguna actuación, según lamenta el alcalde Jaume, facilitando la propagación de la plaga. "En algunas palmeras la enfermedad está ya tan avanzada que ya no representan ningún peligro, según nos ha explicado un ingeniero agrónomo", declara el alcalde.

Según el mapa de incidencia de la plaga hecho público por la conselleria de Medio Ambiente, Sineu forma parte del grueso de municipios en los que se han registrado un máximo de cincuenta palmeras afectadas, como en la mayoría de pueblos del Pla.