"El nuevo colegio resuelve la problemática educativa del municipio de Sineu". Así de tajante se mostró ayer el conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch, durante el acto oficial de inauguración del centro público Rodamilans, una vieja reivindicación ciudadana y de la comunidad educativa local que sustituye al antiguo colegio de sa Quintana, en funcionamiento desde la década de los años 30.

Estrenado hace tres semanas, el colegio Rodamilans cubre una superficie de 3.264 metros cuadrados y consta de dos bloques de diferentes alturas. El centro incluye seis unidades de infantil y doce de primaria y tiene una capacidad de 450 plazas (150 destinadas a infantil y 300 a primaria). Actualmente, un total de 351 alumnos están matriculados.

La construcción del equipamiento se inició en marzo de 2011 y ha cumplido, con algo de retraso, los plazos establecidos para su conclusión. El coste ha alcanzado los 3,75 millones de euros.

Las autoridades, presididas por el conseller, el alcalde Pere Joan Jaume y el director del centro, Arnau Mateu, recorrieron las instalaciones del colegio. La mayoría de profesores se había enfundado las camisetas verdes que simbolizan la protesta de la comunidad educativa contra los recortes económicos.

De hecho, el director del centro reclamó a las autoridades educativas nuevo material escolar, ya que a día de hoy se está usando el mismo mobiliario y material que había en el viejo colegio de sa Quintana. Mateu admitió que el centro "deberá ahorrar en agua y electricidad"para compensar la falta de fondos para mantenimiento por parte del ayuntamiento de Sineu.