­Un centenar de personas iniciaron este fin de semana su peregrinación en la que fue la 23 edición de la Pujada a Lluc amb bísties que anualmente se realiza desde Sóller. Organizada por la Associació d´Excursionistes amb Bísties de Sóller, la marcha se inició el sábado y en ella tuvieron cabida todo tipo de animales de tiro entre caballos, yeguas, mulas o burros. El grupo de caballistas inició la subida por las fincas de s´Arrom i l´Ofre, mientras que otros acompañantes eligieron el camino del Barranc de Biniaraix.

Para los que optaron por ir en carro, eligieron la carretera del Puig Major. La subida en equinos se llevó a cabo sin incidentes y poco a poco los animales se dirigieron hasta el punto de encuentro que había marcado la organización. La Font del Noguer era el lugar donde los diferentes grupos se tenían que reencontrar para seguir, después, el descenso hacia Lluc. Y a partir de mediodía los primeros caballos y sus jinetes empezaron a llegar al merendero situado cerca del Gorg de Cúber. En este lugar, algunos de los participantes comentaron que la excursión se había realizado sin incidencias. Tras reponer fuerzas los participantes retomaron el camino hacia el santuario de Lluc donde estaba prevista una cena de compañerismo.