El ayuntamiento de Santanyí ve como la imposición de millonarias multas por el derrumbe de un tramo de la carretera de acceso al santuario de Consolació, hace ya más de cinco años, está siendo seriamente cuestionada por la Justicia, que ahora ha rebajado notablemente la sanción al ingeniero de minas. Cabe recordar que tras el derrumbe el Consistorio impuso tres multas con máxima cuantía de 60.000 euros a la sociedad Gravera Sa Creu (cuya actividad pegada a la carretera fue precintada y clausurada desde el mismo desprendimiento), a Tomeu Vidal (propietario de la finca y padre del actual edil de Convergència, Biel Vidal, en la oposición) y al ingeniero de minas pagado por la empresa (director de la explotación). El motivo, el hecho de que la gravera careciese de la licencia de actividad municipal.

En cuanto a la vía judicial que afecta a Tomeu Vidal, el juez estableció finalmente una multa de un máximo de 17.500 euros. Respecto a la sociedad Sa Creu, la sanción también se ha vista reducida a 17.500 euros, y un recurso podría rebajar aún más la cuantía. Y en relación al ingeniero de minas, una jueza recientemente ha disminuido la multa un 90%, fijándola en este caso en 6.001 euros.

Por todo ello, se constata como los elevados ´castigos´ del ayuntamiento dirigido por el alcalde Miquel Vidal (PP) se están viendo aminorados. Y la carretera, cinco años después, sin arreglar. Todo apunta a que la resolución judicial definitiva tardará años puesto que hay distintos asuntos por tratar, como la titularidad real de la carretera (escrituras de la propiedad registradas, con fecha de comienzos del pasado siglo, aseguran que pertenece a la Iglesia) y el proyecto de restauración a emprender (la empresa presentó un plan que suponía una inversión de 372.000 euros y el Ayuntamiento otro de 1.500.000 euros).

La Gravera Sa Creu, impulsada por Miquel Rigo, fue dada de alta por Minas en 1966. A mediados de los 80 cogieron las riendas Tomeu Vidal y otros socios. Pese a admitir que era "clandestina" el Ayuntamiento múltiples veces compró grava con dinero público.