El colectivo para la protección del patrimonio, Arca, ha criticado la falta de respeto tanto de la Guardia Civil como del ayuntamiento de Santanyí y el Consell de Mallorca, al permitir la colocación de una segunda torre con radares en las inmediaciones de la histórica Torre de Cala Figuera, un enclave de vigía del siglo XVI.

Hace unos años y debido a la llegada de pateras hasta las costas del sur de Mallorca, la Guardia Civil "tuvo la nefasta idea de colocar una antena radar dentro de la torre de defensa. Como esta idea le fue denegada, decidieron que la antena conviviera eternamente justo al lado", explica Arca en un comunicado.

Con la instalación de nuevas antenas de control "se aumenta el despropósito inicial". "El impacto paisajístico es intolerable. Es una de las actuaciones con más poco sentido común que hemos visto nunca, y lamentablemente ninguna administración local, ni el ayuntamiento de Santanyí, ni el Consell se han opuesto".

Para Arca, "la excusa de la seguridad o el control no es suficiente, porque de esta forma la imagen del patrimonio histórico de Mallorca queda dañada. Las administraciones del Gobierno central en las islas actúan impunemente, sin que las locales hagan nada".