El president del Govern, José Ramón Bauzá, inauguró anoche el pabellón polideportivo de Son Angelats casi cinco años después de que concluyera su construcción. El recinto supuso una inversión de 6,5 millones de euros que financiaron a partes iguales el ayuntamiento de Sóller y el Consorci Pla-D que impulsó el Govern de Matas en su último mandato.
Un fuerte dispositivo de la Guardia Civil para evitar incidentes llamó la atención a la mayoría de asistentes (más de 200 personas). Además de Bauzá, destacar la presencia del president del Parlament, Pere Rotger, así como del nadador Xavi Torres. En el exterior de las instalaciones, un grupo de ciudadanos increpó a Bauzá exigiéndole el pago de la subvención del túnel.
El estreno del recinto supone la puesta en servicio de las dos piscinas climatizadas con las que cuenta el pabellón, la gran apuesta electoral con la que Carlos Simarro se presentó a las elecciones municipales de 2011 que se comprometió a abrir las instalaciones deportivas que impulsó en su anterior mandato.
La inauguración oficial del pabellón estuvo precedida por la bendición de sus instalaciones por parte del párroco de Sóller, Marià Gastalver. El pabellón cuenta con dos piscinas de agua caliente. Una de ellas dispone de un espejo de agua de 625 metros cuadrados y la dedicada a niños (con menor profundidad) otros 250 metros.
La construcción del polideportivo se remonta al año 2007. Un año después las obras quedaron terminadas no sin antes superar los problemas que supuso la quiebra de una de las empresas que participó en el proyecto. Pero el anterior gobierno municipal solo abrió parcialmente las instalaciones para que los equipos del valle pudieran utilizar la pista polideportiva. Su puesta en servicio se llevó en precario porque el equipamiento tenía múltiples deficiencias, entre ellas más de 40 goteras. El pacto desechó la idea de abrir las piscinas porque varios informes económicos ponían en duda su viabilidad debido a los altos costes de mantenimiento.
Con el cambio de gobierno, Simarro ha llevado a cabo una inversión de 158.000 euros, algunas fuentes apuntan a más, para subsanar las deficiencias y arrancar las piscinas. Para que la instalación no sea deficitaria necesita 1.400 abonados. La incerteza sobre su viabilidad económica se cierne sobre este equipamiento, sobretodo desde las filas de la oposición.
