Lo que fue una donación fruto del altruismo se ha convertido en un regalo envenenado para el Casal de Cultura-Museo de Sóller, propietario de la casa de Sa Lluna. Todo ello porque el mal tiempo de las últimas semanas ha hecho que una parte del tejado haya cedido por completo, dejando aún más en una situación ruinosa un inmueble que está protegido por las ordenanzas municipales y que debía convertirse en un centro de exposiciones.

Fuentes del Casal han reconocido que la reforma del inmueble está lejos de poder llevarse a cabo debido a los acuciantes problemas económicos que sufre la entidad, por lo que los puntales continuarán llenando las dependencias de una casa en estado de ruina que da nombre a la popular calle de Sa Lluna de Sóller.

Los vecinos, preocupados

La caída del tejado genera mucha preocupación. Sobre todo entre los vecinos más próximos a esta emblemática casa, por los perjuicios que les ocasiona en sus viviendas en forma de humedades y otros problemas estructurales. Además del susto que se llevaron el pasado jueves, cuando los residentes más próximos al inmueble oyeron un fuerte ruido en el momento en que el tejado se venía abajo como consecuencia del mal tiempo y del deficiente estado de conservación del emblemático casal.

La paciencia de los vecinos se ha acabado, y ya han cursado una denuncia formal ante el departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Sóller en la que instan al municipio a ponerse manos a la obra en este caso, según han informado los vecinos perjudicados.

Centro cultural

La casa de Sa Lluna debía convertirse en un centro cultural para albergar exposiciones temporales y una colección de piezas arqueológicas, pero el apoyo de las instituciones nunca llegó a fraguarse en forma de ayudas económicas, por lo que el edificio nunca llegó a ser remodelado.

Actualmente, el interior del inmueble está completamente apuntalado por su precario estado de conservación.

Aun así, la casa de sa Lluna sigue siendo el edificio más singular y fotografiado de la calle, puesto que en su fachada figura una luna esculpida en piedra, la que da nombre a la vía urbana más famosa de Sóller por su carácter comercial y su proximidad con el centro de la localidad de la Serra de Tramuntana.